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 jueves, 10 de marzo de 2005  
Las islas Maldivas se hunden paulatinamente

Arena blanca de ensueño, agua cristalina y un sol radiante. En Maldivas, un paraíso turístico, no hay aún señales de la amenazante catástrofe. Prácticamente no hay ningún otro país que podría verse tan gravemente afectado en las próximas décadas por el cambio climático. Este archipiélago, donde en la actualidad viven unas 300.000 personas, está literalmente amenazado de hundimiento.

Casi suplicando, el gobierno en Male le pide al mundo más y mejores medidas contra el cambio climático, ya que el Protocolo de Kyoto, que entró en vigencia el pasado 16 de febrero, por lejos no alcanza. Sin embargo, sus pedidos perecen no ser oídos.

El tsunami de fines de diciembre dejó patente a los habitantes de las islas la vulnerabilidad de su país: 69 de las 199 islas habitadas fueron totalmente inundadas.

A diferencia de otros países afectados por la catástrofe, para la población de Maldivas no había un interior del país seguro, al que podrían haber huido. Muchas personas se aferraron a las palmeras o se salvaron nadando. El cambio climático llega mucho más lentamente que el tsunami, pero la destrucción podría ser aún mayor.

El gobierno no está dispuesto a esperar hasta que finalice el debate científico sobre si está ocurriendo efectivamente el cambio climático. "Muchos dicen que aún faltan pruebas concluyentes sobre si el nivel del mar está realmente aumentando", dijo Abdulahi Majeed, viceministro de Ambiente y Construcción de Maldivas. "Pero no tenemos tiempo para esperar 20, 30 ó 50 años a esa prueba".

El nivel del mar subirá hasta 88 centímetros hasta el año 2100, pronosticó el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (Ipcc). Si esto ocurre, "casi todas nuestras islas desaparecerán", señaló Majeed. "Tan sólo un aumento de la mitad de eso tendría consecuencias dramáticas para nosotros".

Un 80 por ciento de la tierra de las Maldivas está a menos de un metro por encima del nivel del mar. La elevación más alta sólo tiene 2,40 metros. "No tenemos ninguna posibilidad de proteger a las personas", dijo Majeed, quien cuenta con consecuencias dramáticas para su pueblo. "Algunos intentarán salvarse yendo a islas más grandes. Otros se convertirán en refugiados del medio ambiente".

Ya en la actualidad, los habitantes en una de cada dos islas luchan contra el mar, que se lleva sus playas. "El cambio climático y el pronosticado aumento del nivel del mar intensificarán aún más la erosión de las playas", advierte el primer informe sobre cambio climático del gobierno de Maldivas. Algo considerado especialmente injusto por muchos habitantes de estas paradisíacas islas es el hecho de que prácticamente no aportan nada al incremento del efecto invernadero. Según datos del gobierno, su país es responsable de la emisión del 0,0012 por ciento del dióxido de carbono en el mundo. En tanto, el 54 por ciento de las emisiones de este gas proviene de países industrializados de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde).

El Protocolo de Kyoto establece la reducción de las emisiones de seis gases de efecto invernadero hasta 2012 en al menos un cinco por ciento en comparación con los niveles de 1990.

Maldivas fue el primer país que firmó este tratado. Tanto este país, como otros insulares hubiesen querido poner objetivos más altos, pero no pudieron imponerse frente a las poderosas delegaciones de los países industrializados.

"Kyoto es bueno, pero demasiado poco", dijo Majeed. Lo que más lamenta el viceministro es que países como Estados Unidos no se adhirieron al protocolo, y que casi nadie se interesa por el destino de su pequeño país. "Es muy frustrante ser ignorados", declaró. (DPA)
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