Dos horas en un pozo ciego por el derrumbe de un patio

Una mujer de 74 años sufrió serios golpes y principio de hipotermia tras permanecer sumergida en aguas servidas

Una mujer de 74 años fue rescatada ayer con serios golpes en todo el cuerpo y con principio de hipotermia del fondo de un pozo ciego, al que cayó al hundirse una parte del patio de su casa al parecer por la corrosión producida por el agua durante varias décadas. La anciana fue socorrida por bomberos, policías y vecinos luego de haber permanecido cerca de dos horas sumergida hasta el cuello en aguas servidas.

Celia Imán vivió toda su vida en un modesto departamento de pasillo de avenida del Rosario 1114, entre Sarmiento y San Martín, junto a su hermano José, un año más chico que ella. El único sustento económico es la jubilación de metalúrgico que el hombre cobra por mes. El accidente ocurrió en momentos en que Celia se encontraba sola porque José había salido a hacer unas compras. El hundimiento del patio se produjo de golpe. En ninguna de las viviendas del pasillo se escuchó ruido alguno. Tampoco se la escuchó gritar a Celia.

La mujer se encontraba en el patio cuando de pronto se desplomó casi la cuarta parte del piso de viejos cerámicos. La anciana quedó con su cuerpo sumergido casi hasta el cuello en agua servida, barro y escombros. Yésica, una muchacha que vive en el departamento de adelante, contó a este diario que ni siquiera oyó gritar a su vecina.

Celia sufrió fuertes golpes, pero tal vez el shock y el frío del agua le hayan impedido pedir ayuda. Lo cierto es que estuvo en esa terrible situación durante al menos dos horas. Recién cuando José volvió a su casa y tuvo que tocar timbre para que le abrieran, porque no tenía las llaves, se descubrió lo que había pasado: su hermana estaba tan asustada, apenas aferrada a un caño de desagüe, que no podía responderle.

Quizás sospechando lo peor, José pidió ayuda a un vecino que lo dejó pasar hacia su casa a través del techo. Así se encontró con Celia, virtualmente tragada para la tierra. Poco después, llegaron la policía, los Bomberos Zapadores y una ambulancia del sistema municipal de urgencias. También Raúl, un vecino de la cuadra, aportó un tablón para que los socorristas utilizaran como un minipuente entre las orillas del agujero.

Tras media hora de trabajo, Celia fue rescatada. Yésica y Raúl contaron que la vieron muy desmejorada por el intenso frío que pasó, pero que estaba consciente y hablaba. "Dijo que había perdido las llaves en el pozo y que estuvo como dos horas hasta que llegó el hermano. La vi muy pálida, pero por suerte la sacaron rápido", relató la joven.

Celia Imán estuvo dos horas en el pozo abierto bajo el patio de su casa de zona sur.