Escándalo en una comisaría a raíz de un test de alcoholemia

Un automovilista, edil de Arroyo Seco, se encerró un par de horas en su auto para evitar que fuera al corralón

Un control de alcoholemia en inmediaciones del Monumento a la Bandera derivó en un escándalo ayer cuando el conductor de un Ford Sierra se negó a entregar el coche a los agentes de Tránsito luego de que el test resultara positivo. El auto terminó remolcado por una grúa hasta la seccional 1ª con sus cuatro ocupantes en el interior, a pesar de la resistencia del ofuscado conductor, quien se identificó ante los agentes como edil del Concejo Municipal de Arroyo Seco. La resistencia, que le implicó la apertura de una causa por desobediencia en un juzgado correccional, se extendió por más de doce horas hasta las ocho de la noche, cuando el infractor depuso su actitud y se resignó a que el vehículo terminara en el corralón.

Todo empezó alrededor de las 4.30 de ayer, en avenida Belgrano al 1300. Según fuentes policiales ahí se encontraban agentes de la Dirección de Tránsito Municipal y personal del Comando Radioeléctrico realizando test de alcoholemia a distintos automovilistas.

El incidente se originó en torno a un Ford Sierra color bordó en el que viajaban dos parejas. El conductor, Miguel Angel Corradini, se sometió a la prueba que mide el porcentaje de alcohol ingerido, la cual dio positiva. Entonces el personal de Tránsito le dijo que no podía continuar y que el auto debía ser incautado.

Las cuatro personas se negaron a bajar del coche. Mientras los uniformados trataban de disuadirlos, Corradini se identificó como edil arroyense. Y según fuentes policiales, invocó una supuesta amistad con el ministro de Gobierno, Roberto Rosúa, y con el subsecretario de Seguridad, Alejandro Rossi. Sin embargo, esto fue negado de plano por Corradini, quien sólo reconoció haber dicho que es concejal.

Con las dos parejas en su interior, el auto fue enganchado a una grúa municipal que lo trasladó hasta la seccional de Juan Manuel de Rosas al 1300. Pero al llegar a esa dependencia, los ocupantes siguieron negándose a bajar del auto. Sin embargo, al cabo de dos horas accedieron a prestar declaración en la comisaría.

Ayer a la tarde el edil arroyense y su pareja seguían en la puerta de la comisaría 1ª para tratar de evitar que la grúa, que continuaba enganchada al auto, se lo llevara. Corradini relató que él y su mujer habían ido a comer con amigos a una pizzería de la avenida Pellegrini, donde habían bebido "un vino entre cuatro". Salieron y al tomar por Belgrano hacia el acceso sur se toparon con el control.

El concejal sostuvo que primero le pidieron los papeles del auto, que estaban en regla. Pero al requerirle someterse al test, él les pidió esperar unos 15 minutos porque "acababa de cenar y había tomado un vino entre cuatro". Los agentes se negaron y el accedió a la prueba. Según Corradini, el alcoholímetro "marcó 0,54" -el máximo es 0,50- pero el agente "dijo que había indicado 0,74" y le comunicó que debía remitir el auto al corralón.

Alegando que tenía sus papeles en regla, el edil arroyense pidió que le hicieran multa, les dijo que aceptaba dejar el auto ahí, pero que no le enviaran el coche al corralón. Ya frente a la comisaría, y al tomar contacto con una abogada, el infractor accedió a realizarse los exámenes ordenados por un juez correccional, que le abrió una causa por desobediencia. Si bien el juez Héctor Núñez Cartelle resolvió la excarcelación, Corradini se negó a irse en otro auto que no fuera el suyo.

Sin embargo, personal de Tránsito que también seguía apostado frente a la comisaría dijo a este diario que el test había indicado 0,74. Asimismo, indicaron que el infractor se había "negado en todo momento" a acatar las disposiciones de tránsito. "Prácticamente no se podía hablar con él", indicaron.

El edil arroyense permaneció apostado frente a la comisaría, junto a su auto, hasta alrededor de las 20, según consignaron fuentes de la seccional 1ª. Luego de más de doce horas de intentar evitar que los agentes llevaran el auto al corralón, finalmente tuvo que resignarse.

Corradini estuvo más de doce horas junto a su auto, pero no evitó que la grúa lo llevara.