| domingo, 06 de marzo de 2005 | Un espectáculo sin fisuras El show tiene buena dinámica y una puesta atractiva El show de Diego Torres en el estadio Malvinas Argentinas, de Mendoza, fueron dos horas de energía pura, con una colección de hits irresistibles, que hicieron delirar a un público -preferentemente femenino- hasta la medianoche del viernes 25 de febrero. Pero más allá del carisma de Diego, el espectáculo -igual al que presentará en Rosario- tiene una dinámica muy aceitada con una orquesta de 15 músicos (sí, 15) que se entienden de memoria. La frescura que le pone Diego, su humor y los momentos de diálogo con la gente redondean un show imperdible.
El espectáculo va de la intimidad de "Dónde van", con Diego en soledad tocando el piano, a momentos explosivos como el set de Miguelius, un DJ muy particular, capaz de simular con su boca los sonidos más inesperados.
"Color esperanza", con un trabajo de cuerdas muy interesante, redondea uno de los momentos más altos. La gente cantó la canción de punta a punta, de pie y con las manos arriba en un instante conmovedor.
Diego agradeció siempre con un tono latino y se movió en el escenario como pez en el agua. La puesta, impecable, permitió que las casi 8 mil personas presentes disfrutaran las imágenes en tres pantallas gigantes.
El cantante recibió regalos ("Agradezco que hayan cambiado los ositos por las botellas de vino tinto") y tocó las palmas de cuanta fan se estiraba desde el césped para alcanzar a su ídolo. Eso sí, jamás accedió a mover "la colita" como se lo rogaron en reiteradas oportunidades desde la popular. "Entiendo que ustedes pagaron la entrada, pero yo también a veces pago y no consigo todo lo que quiero", dijo Torres entre sonrisas. enviar nota por e-mail | | |