Confirman que un indigente fue asesinado

A Puchito lo mataron. Esa fue la certeza que tuvieron los investigadores de la Brigada de Homicidios la mañana del 10 de febrero pasado, cuando el cuerpo de un indigente apareció sin vida y molido a golpes en la zona sur. Sin embargo, ante la falta de pruebas concretas que así lo aseguraran, el caso pasó desde la justicia de Instrucción a la Correccional y el hecho empezó a ser investigado como "muerte en accidente de tránsito". Ahora el caso dio un nuevo giro y un par de testigos aseguraron que fue un crimen. Para la policía es un caso cerrado. Sólo falta que aparezcan los autores materiales del homicidio.

Puchito se llamaba Alejandro Martín y tenía 52 años. Vivía con otros indigentes en un tanque de combustible en desuso ubicado a pocos metros del acceso Sur y calle Roma, en Saladillo. El 10 de febrero apareció muerto a golpes a sólo un metro de la primera de esas arterias y por eso, cuando la autopsia y las primeras pistas no permitieron confirmar que había sido asesinado, se pensó en un accidente.

Sin embargo, los investigadores indagaron en la zona donde Puchito se movía y así llegaron hasta el tanque donde la víctima y otros linyeras compartían sus días. En el lugar se secuestraron dos colchones con manchas de sangre y dos de los indigentes terminaron por contar lo ocurrido.

Así, los policías supieron que a Martín lo asesinaron dos linyeras que mantenían una relación amorosa con una mujer que habitualmente dormía en el tanque. Puchito quiso sumarse a ese triángulo sentimental. Pero fue desplazado y tras varias discusiones lo molieron a golpes. Sangrando y dolorido, caminó hacia el acceso Sur, pero cayó antes de llegar al pavimento. Allí fue golpeado nuevamente y en ese lugar murió. Los dos autores del crimen, a partir de los testimonios recogidos por los policías, fueron identificados. "Hasta ahora no los encontramos, pero están identificados y los estamos buscando", aseguró anoche un vocero de Homicidios.