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 viernes, 04 de marzo de 2005  
Cromañón: deciden sobre la situación de tres acusados

El juez porteño Julio Lucini, que tiene a su cargo la causa por el incendio en el local Cromañón, donde murieron 193 personas, resolverá entre lunes y martes próximos si procesa por homicidio simple a Raúl Villarreal, sindicado como encargado de la seguridad del boliche que gerenciaba Omar Chabán.

En esa misma resolución, el juez deberá decidir además si procesa o no a Diego Argañaraz, manager del grupo Callejeros, y al responsable de la seguridad del grupo, Lorenzo Bussi, por el delito de homicidio culposo.

El fiscal de la causa, Juan Manuel Sansone, pidió el procesamiento de Villarreal por homicidio simple con dolo eventual, acusación similar por la que está procesado y con prisión preventiva Chabán.

En cambio, el fiscal pidió procesar a Argañaraz y Bussi por homicidio culposo pues consideró que si bien ambos pudieron suspender el recital, no tenían dominio sobre el local.

El juez puede procesar a los acusados por los delitos que imputó el fiscal, por otros delitos, o en cambio, sobreseerlos, o dictarles la falta de mérito.

Fuentes judiciales informaron que en los próximos días, la justicia avanzará en la investigación con respecto a las responsabilidades que pudieran caberle en el caso a funcionarios del gobierno porteño.

Las fuentes precisaron que respecto de Villarreal y Bussi, la justicia les imputa a ambos la responsabilidad compartida por la ineficiencia en los cacheos con los que no lograron detectar la pirotecnia que originó el incendio en el boliche, y el hecho de que las salidas de emergencia del local estuvieran bloqueadas. Además, algunos testimonios de la causa revelaron que varios invitados VIP ingresaron al boliche eludiendo los controles.

Villarreal fue señalado por varios testigos, incluso ex empleados de Cromañón, como "la mano derecha" de Chabán y como una persona que tenía poder de mando dentro del local. Por su parte, Bussi era aquella noche el jefe de un grupo de 25 hombres y 3 mujeres que la banda contrató para hacer "controles". En tanto, como manager de la banda, Argañaraz es acusado de ser corresponsable de la organización del show, de haber emitido 3.500 entradas cuando Cromañón estaba habilitado sólo para 1.031 personas y de haber contratado al personal que falló en los cacheos.

Durante las indagatorias, los tres se acusaron mutuamente y negaron tener responsabilidad en la tragedia. (Télam)
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