 | viernes, 04 de marzo de 2005 | El sueldo de los maestros El sueldo de los maestros nunca fue bueno. Recordemos aquello de "tiene más hambre que maestro de escuela", expresión de una dura realidad válida en buena medida hasta hoy y que ha llevado al sector docente a una constante lucha por su salario y dignidad. Digo también que, salvo excepciones, el resto de la administración pública provincial no lo pasa mejor en materia salarial. Y esto es así con sólo tener en cuenta que, según datos oficiales, la línea de pobreza se fija en 750 pesos y la de indigencia en 350 pesos, cifras estas relacionadas sólo con la canasta alimentaria, como si no existieran otras necesidades para llevar una vida digna. Pero volvamos a los maestros. Estimo que por tan trascendente labor, base de la democracia y el bienestar general, los educadores deberían ganar un sueldo de bolsillo no inferior a 1.500 pesos pues los datos de la realidad y un elemental sentido de justicia así lo indican. Es obvio que los demás sectores de asalariados y jubilados merecen también aumentos sustanciales y no migajas de 40, 50 o 100 pesos que nada solucionan. Hay que nivelar siempre para arriba de modo que todos tengan sueldos dignos que quiten penurias y estrecheces, terminando con parches y limosnas. La labor educativa de los maestros primarios debe ser nuestra preocupación mayor como sociedad pues no hay libertad ni democracia cuando falta el ejercicio de la razón y, en definitiva, al decir de Kant, el hombre no es más que lo que la educación hace de él. Darles a los docentes 100 pesos en negro, es decir, no remunerativo y no bonificable, significa cobrar algo más ahora y menos al momento de jubilarse. La realidad nos muestra que educar al pueblo poco interesa, no se lo toma en serio, quizá porque así se lo maneja mejor... Vivimos poniendo parches y en vez de avanzar retrocedemos. Nuestra dirigencia política exhibe niveles de incompetencia insoportables.
Roberto Torres enviar nota por e-mail | | |