Nosocomios de Villa Cañás ya no cuentan con banco de sangre

Es por el cese de funciones del Instituto de Hemoterapia de Venado Tuerto

Rosana Sirur / La Capital

Villa Cañás.- Como consecuencia del cese de funciones del Instituto de Hemoterapia de Venado Tuerto varios sanatorios de esa ciudad, al igual que los de Villa Cañás quedan sin el servicio de banco de sangre. La comunicación oficial la realizó la titular del instituto, Gloria Navas.

Desde 1999 la Cooperativa de Electricidad local, a través del Gemed, Guardia de Emergencias Médicas, tenía un convenio con el instituto venadense y, además de contar con bolsas de sangre, realizaba las transfusiones y extracciones a los donantes. Incluso se capacitó a dos enfermeros para que las pruebas de compatibilidad entre las bolsas de sangre y el receptor, pudieran realizarse en la localidad.

Anualmente se realizaba un promedio de entre las 100 y 110 transfusiones, es decir que mensualmente oscila entre 8 y 10 pacientes; en cuanto a las extracciones el número varía entre los 150 y 180 dadores, "cifra importante para una comunidad de 10 mil habitantes", remarcó el médico director del Gemed, Alberto Grossi.

Acá había "dos unidades de sangre permanentemente para poder transfundir ante cualquier eventualidad", dijo Grossi, tras lamentar que con esta baja, en la localidad no se van a poder planificar con antelación cierto tipo de cirugías o intervenciones, "en las cuales no es seguro que el paciente requiera de sangre, pero puede haber complicaciones o hemorragias que hagan necesarias una transfusión de este tipo", mencionó tras recordar lo engorroso que siempre resultó para las personas que necesitaron de dadores de sangre, pues en primera instancia había que buscarlos y luego coordinar que pudieran viajar para realizar las extracciones.

Más allá de mencionar que hasta el momento el servicio "funcionó sin inconvenientes", el médico aseveró que no están dadas las condiciones como para que la Coevical (Cooperativa de Electricidad, Servicios Públicos, Vivienda y Crédito de Villa Cañás Limitada), monte un servicio de hemoterapia propio, dijo tras recordar que el mismo debería estar bajo la responsabilidad de un médico especialista en medicina transfusional, "recurso humano con el que no contamos en la ciudad, además de los elementos técnicos y económicos que harían que las unidades de sangre sean realmente muy caras y no se pudieran llegar a cubrir los costos", dijo.

La necesidad de contar con una cantidad importante de transfunsiones es uno de los requisitos fundamentales a la hora de plantear el establecimiento de un servicio de hemoterapia, porque a la sangre se le realizan dos tipos principales de análisis: uno cuando se extrae del donante y otro de compatibilidad al receptor.

Por donante se extraen alrededor de 400 ó 500 mililitros y en cada caso se debe determinar si hay o no anticuerpos o infecciones de una serie de enfermedades virales, tales como sida, hepatitis A, B y C, mal de chagas y brucelosis, entre otras. Para ello se emplean reactivos que son muy caros, además vienen en set, y para aplicar a una cierta cantidad de bolsas de sangre, incluso tienen una determinada duración, después se vencen.

Si el movimiento que tiene el banco es poco, el costo -actualmente ronda entre los 120 y 130 pesos la unidad de sangre- sería mucho más caro porque habría que desechar reactivos y repartir esos costos entre la cantidad de unidades que se hagan", explicó Grossi al mencionar que previamente a realizar una transfunsión, al receptor se le extrae sangre para evaluar su compatibilidad con la que va a recibir. Para ello también se emplean otros reactivos que también vienen en set y se generaría en mismo problema.

Por lo general en los bancos se la congela la sangre y puede durar varios meses, "para lo cual se requiere de freezer de por lo menos 20 o 30 grados bajo cero. Además hay que almacenar plasma y se requiere de menor temperatura", mencionó el cardiólogo tras asegurar que están en busca de otras alternativas que permitan restablecer el servicio.

El Gemed funcionaba mediante un convenio con el Instituto venadense.