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 miércoles, 02 de marzo de 2005  
Imputan a custodio de joyería haber matado a un ladrón
La Justicia sospecha que Ramón Ferragut no forcejeó con el ladrón que entró a robar el lunes al local de Maipú 1145

El policía y vigilador de la joyería de calle Maipú donde el lunes a la tarde fue muerto uno de los jóvenes que entraron a robar fue imputado de homicidio con arma por el juez que investiga el episodio, quien dispuso también que continúe detenido. Las sospechas de los investigadores judiciales desbaratan tres puntos de la versión brindada por la policía minutos después de ocurrido el frustrado y sangriento atraco: se presume que el joven fallecido no entró al local empuñando dos armas sino una; que el vigilador no estaba desarmado sino que era él quien portaba el otro revólver secuestrado; y que el disparo no habría sido un hecho accidental como consecuencia de un forcejeo. Es que la mecánica relatada por el vigilador Ramón Rubén Ferragut, de 78 años, no se compadece con el disparo a quemarropa que el muchacho recibió en el rostro cuando ingresó, acompañado por un cómplice, portando un arma descargada y que no era apta para disparar.

Ferragut fue indagado ayer por el juez de Instrucción Carlos Carbone. Lo acusaron de haber cometido un homicidio con arma y de portación ilegítima de un arma de uso civil. Es que en la joyería de Maipú 1145 donde dos jóvenes entraron con fines de robo a las 17.15 del lunes se hallaron dos revólveres calibre 32. En el acta realizada en el lugar, la policía adjudicó ambas armas al joven muerto. En tanto, el vigilador negó haber estado armado. Pero en Tribunales sospechan que uno de esos revólveres era suyo y que lo negó por carecer de registro y permiso de portación.

Asimismo, la versión de que el muchacho recibió un disparo en la mandíbula al gatillarse en forma accidental la única de esas armas aptas para el disparo no aparece respaldada, hasta el momento, por otras evidencias. La sospecha es que el muchacho fallecido, identificado como Diego Ansaldi, de 26 años y al menos con media docena de antecedentes penales, llevaba sólo un arma inservible a los fines de asustar, mientras que el vigilador era quien portaba el revólver homicida.

En tanto, el menor que acompañaba a Ansaldi y que se entregó a la policía en el mismo lugar declaró la mañana de ayer ante el juez Juan Leandro Artigas. Según fuentes judiciales, el joven de 17 años dijo que Toto, tal cual identificó a su compinche, lo había pasado a buscar horas antes para "cometer un hecho". Asimismo, confió que una vez que ingresaron a la joyería Ansaldi exhibió el arma. Pero "el hombre que estaba allí (Ferragut) sacó un revólver de una funda y le disparó. Después me apuntó a mi pero yo levanté las manos y pedí un médico para mi amigo, aunque no me dieron bolilla".

Todo ocurrió a las 17.15 de anteayer en la joyería Cristina Castillo, de Maipú 1145. A esa hora el local era atendido por tres mujeres y junto a ellas estaba Ferragut. Las empleadas no se sorprendieron al ver ingresar a los muchachos que un rato antes habían estado allí y se mostraron interesados en un juego de alianzas. Por eso, cuando regresaron les franquearon el ingreso. Pero entonces uno de los ladrones extrajo el arma y las mujeres corrieron a esconderse dentro del local, mientras que Ferragut enfrentó a los asaltantes con el conocido descenlace.
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