| miércoles, 02 de marzo de 2005 | Editorial Un cambio histórico en Uruguay El oncólogo socialista Tabaré Vázquez es el protagonista central de un histórico cambio de gobierno en Uruguay: desde ayer es el primer presidente de centroizquierda de ese país. Asimismo, su arribo al poder rompe el tradicional bipartidismo uruguayo, que a lo largo de 174 años tuvo en los partidos Colorado y Blanco a sus exponentes.
Tabaré logró el 51 por ciento de los votos en las elecciones del 31 de octubre de 2004 y tiene mayoría propia en ambas cámaras legislativas; su asunción ha generado enorme expectativa en la ciudadanía y fuerte respaldo internacional. Delegaciones de más de 130 países, con las figuras más relevantes de la región, además de los príncipes de Asturias Felipe de Borbón y su esposa Letizia, se hicieron presentes en la ceremonia celebrada en Montevideo. Las únicas ausencias notorias fueron el presidente de Cuba Fidel Castro -con problemas de salud- y el de los Estados Unidos, George Bush.
Cuarto hijo de un obrero estatal y de una ama de casa, médico de barrio y ex intendente de Montevideo, Tabaré fue candidato a la presidencia en 1994 y 1999 por el Frente Amplio, aunque en ninguna de las dos oportunidades logró su cometido. Casi tres décadas le llevó a ese movimiento conseguir el apoyo popular para llegar a la primera magistratura. Fue su gestión de gobierno sobria y moderada en la ciudad capital la que le sirvió para ganarse la confianza de sus compatriotas.
Asume en un contexto económico que presenta algunos desafíos inmediatos. Varios años de recesión económica, un índice de desempleo que se disparó hasta el 20 por ciento y un tercio de la población sumida en la pobreza, requieren medidas urgentes. Es por ello que uno de los ejes de su gestión será la instrumentación de un Plan de Emergencia Social, al que destinará inicialmente unos 100 millones de dólares, y que se propone solucionar cuestiones básicas en materia de salud, educación y vivienda de los sectores más postergados.
Millones de uruguayos creen en Tabaré y su plataforma de gobierno. Los líderes de la región miran con expectativa a Uruguay. Dependerá de Tabaré estar a la altura de la historia. enviar nota por e-mail | | |