Estamos ante una vida

Es increíble, realmente, ver las opiniones que se vierten respecto a este espinoso tema del aborto. Increíble desde el hecho de lo desacertado que se puede estar cuando uno se fanatiza por defender lo que piensa, sin pensar; o por estar en contra de la Iglesia, porque es la moda. El primer error grave es decir que "la mujer es dueña de hacer con su cuerpo lo que quiera". En realidad, está bien afirmar eso, y la Iglesia siempre estará de acuerdo con la libertad de la mujer. El error reside en que cuando una mujer aborta, justamente no está actuando sobre su cuerpo: está actuando sobre el cuerpo de otro. El segundo error es el relativismo con que se toma la vida, y que vi tristemente reflejado en una opinión dura de un docente en estas columnas. Se dice que vida hay cuando el propio hombre lo determina, y que un "manojo de células" es un ser humano cuando así se lo considera. Increíble. Se me congeló el corazón al leer eso. Con este criterio, entonces, matemos a quien no consideremos un ser humano, o sea, un indigente, un discapacitado, un anciano "que le queda poco". Les guste o no, señores ateos, agnósticos, anarquistas o lo-que-sea, en el momento de la unión de ambas células reproductivas, estamos ante una vida. Punto y aparte. Lo más triste, fue llamar doctor Vida a aquel que intenta promulgar la idea de matar para tener sexo "por placer" cuando uno quiera. Todo lo que se haga en contra de la vida, es un asesinato. Y con alevosía, porque ese ser humano, no puede defenderse.

Sebastián Di Mateo, DNI 24.779.368