El viaje leproso

El plantel llegó a la hora prevista

El más asediado por el público que aguardaba al campeón en el aeródromo local fue Ariel Ortega

Después de un viaje muy tranquilo desde el aeropuerto Internacional de Fisherton, el plantel de Newell's Old Boys arribó ayer a Tres Arroyos en el horario previsto y fue recibido por una buenas cantidad de público, que lo estuvo aguardando en el modesto aeródromo municipal de esta ciudad.

La delegación rojinegra partió de Fisherton a las 17 y llegó al aeródromo local a la hora prevista, es decir, una hora y media después. El traslado se realizó en dos pequeños aviones Fokker con capacidad para 16 pasajeros cada uno. El primero en bajar las escalinatas fue el capitán Julián Maidana, a quien, al igual que Spolli, le costó un poco pasar por la puerta. Rápidamente el nutrido grupo de unas 80 personas que los estaban aguardando se agolpó alrededor de los jugadores y explotó en un aplauso cuando descendió Ariel Ortega, sin dudas el más requerido para sacarse una foto o firmar un autógrafo a los cuales el Burrito no se negó.

El grueso del cuerpo técnico llegó apenas unos minutos más tardes en el segundo avión y al bajar Arsenio Ribeca le dijo a Ovacion que el vuelo había sido "muy tranquilo" y que era realmente "un alivio hacer un viaje de tantos kilómetros en tan poco tiempo". Asimismo, el entrenador rojinegro confirmó que todos los jugadores se encontraban perfectamente, inclusive Luciano Vella, quien el viernes no había practicado por un golpe en la rodilla derecha. Eso sí, no quiso confirmar aún el banco de relevos.

Tanto el propio Vella, quien entrenó con normalidad por la mañana en Bella Vista, donde el plantel realizó trabajos con pelota parada, expresó: "Me siento muy bien, la verdad es que amanecí sin ningún tipo de dolor. Ese Nacho es un fenómeno", dijo el Tano en referencia al médico leproso Ignacio Astore, quien lo estuvo tratando de la dolencia.

El plantel se trasladó luego unos tres kilómetros desde el aeródromo hacía el coqueto hotel Elegance, en un vetusto micro, que distaba mucho de los que habitualmente se mueve el plantel.

La delegación la completaron, además del cuerpo técnico, el vicepresidente primero, Rubén Yacopino, el secretario Marcos Lanzilotta y el gerente de fútbol David Olivieri.

Maidana encabeza la fila, pero el que se lleva todos los aplausos y saludos es Ortega.