| domingo, 27 de febrero de 2005 | La ansiada levedad de la fama El sueño de toda estrella de Hollywood es llevarse el Oscar a su casa, como quien carga un juguete que promete la mayor de las diversiones. Premio de una gran batalla, el reconocimiento cambia la vida de quien lo recibe y al menos durante un año el status del ganador es otro. Sube su cachet, lo llaman para más películas, le hacen entrevistas a cada instante, se rearma, en los casos más desolados, su mundo amoroso, nacen romances, desmentidas y escapadas hasta que llegan las nuevas nominaciones. Entonces, si no se es candidato, se entra en el silencio y se desea que llegue la nueva edición para tener otra oportunidad de disfrutar la levedad embriagante de la fama, el sueño de ser adorado por todos. enviar nota por e-mail | | |