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 domingo, 27 de febrero de 2005  
Es el ex Ferroviario. Tiene 17 mil cápitas de jubilados y numerosas quejas
Alarma por el servicio del Sanatorio Litoral y la falta de control del Pami
Según averiguó La Capital,el centro asistencial fue perdiendo a sus especialistas por falta de pago

Numerosas quejas de jubilados por la atención del Sanatorio Litoral (ex policlínico Ferroviario) están despertando la alarma al igual que la falta de inspección por parte del Pami, según denuncias colectadas por La Capital.

Los testimonios hablan de internados que terminaron derivados al Hospital Centenario, donde fallecieron; pacientes cardiológicos que esperan una ergometría desde septiembre del año pasado; discapacitados con fracturas que no consiguieron las prácticas correspondientes, y otros casos más.

El Sanatorio Litoral (Presidente Roca al 2400) es operado por un privado al que el Pami le pagaría alrededor de 17 mil cápitas, que a un promedio de 25 pesos arroja más de 400.000 pesos mensuales.

En el ambiente profesional las consultas efectuadas arrojaron que numerosos médicos especialistas fueron contratados a lo largo de los últimos dos años por el operador, pero todos terminaron yéndose por falta de pago. Por eso no habría especialistas en estos momentos en el sanatorio, o serían muy escasos.

Según las mismas fuentes, estos médicos habían sido tomados como contraprestatarios, pago contra presentación de facturas, las que en su mayoría quedaron impagas y provocaron el alejamiento de los profesionales.

Una de las cabezas del sanatorio sería el empresario de la salud Pablo Momeño, que sumaría -dijeron informantes- otras 400 mil cápitas en provincia de Buenos Aires. Delegados gremiales no quisieron hablar, pero en el paso por el sanatorio, La Capital pudo saber, por ejemplo, que de noche no hay ni recepcionistas y un sereno es el encargado de recibir las urgencias.

María Azzalini está a cargo de su primo Marco González, un discapacitado de 70 años que en noviembre de 2003 sufrió una fractura de cadera, y comenzó un calvario. "Marco siempre tuvo Pami I, aunque nunca lo usó mucho porque en realidad ha tenido siempre una buena salud física", comentó María, para recordar que "cuando tuvo problemas lo derivaron al Litoral. Allí nos dijeron que le iban a poner una prótesis, pero una infección hospitalaria complicó las cosas y demoró esa intervención. Luego me dijeron que en dos meses le colocarían la prótesis, ya pasó un año largo y jamás se la pusieron. Fui infinidad de veces, sin suerte. Hasta llegaron a decirme que como es discapacitado daba lo mismo que pudiera caminar que no pudiera hacerlo", contó. Presentó su denuncia al Pami y no obtuvo respuesta.

Ricardo Duncan Mackay tenía 59 años. No era de Pami; en rigor, no tenía obra social, ya que, tal cual lo testimonió su hija Silvia Alejandra, trabajaba en negro desde hacía cuatro años en el Sanatorio Litoral. "Allí lo internaron cuando el 26 de diciembre del año pasado sufrió un infarto. Lo llevaron a terapia, pero después nos dijeron que estaba grave y que debían trasladarlo. Lo llevaron al Centenario, donde la médica de Coronaria nos dijo que en el Litoral no le habían suministrado una droga que debe aplicarse a las seis horas del infarto", recordó la hija. "Lo cierto fue que mi papá llegó al Centenario 36 horas después", protestó. Mackay murió el 9 de enero tras permanecer en coma una semana.

Son algunos casos. En rigor, los operadores de Pami Escucha están cansados de recibir quejas.

"Esto muestra que las inspecciones del Pami no existen. Si no, este operador no resistiría un mes más", señaló un médico presente en el lugar, quien confesó que también arrastra problemas gremiales. "Todavía aguanto", admitió.

La Capital intentó sin éxito contactar al titular del Pami Rosario, Juan Carlos Achilli, pese a los llamados a su domicilio y a tomar contacto con familiares.

No obstante, y respecto al Sanatorio Litoral, hay un dato a tener en cuenta, que le fue aportado a María Azzalini: los prestadores privados del Pami y la asignación de afiliados a cada uno estaría digitada directamente desde Buenos Aires.
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En el sanatorio de Roca al 2400, las urgencias de noche las recepciona un sereno.

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