| sábado, 26 de febrero de 2005 | Belmopan se impuso de punta a punta El alazán Belmopan mantuvo el invicto en la grama al cabo de tres intervenciones al acreditarse el clásico Horacio Bustillo, cotejo jerárquico disputado ayer en el hipódromo de San Isidro. Esta vez, su víctima de turno fue ni más ni menos que Forty Mirage, que en su segunda actuación a cargo de Roberto Pellegata nunca pudo alcanzar el tren de marcha que traía el defensor del stud Las Hormigas, cruzando el disco a 2 1/2 cuerpos del triunfador.
Empleando un registro de 1' 34'' 97 para recorrer la milla de césped húmedo, el hijo de Luhuk partió decidido a marcar los tiempos de la competencia. Así, pasó los 400 en 24'' 33c y la mitad del trayecto en 46'' 91c, siempre manteniendo 2 1/2 cuerpos de ventaja sobre su más inmediato y solitario perseguidor, Forty Mirage.
Por su parte, Mario Leyes -jinete de Forty Mirage- decidió cambiarle el tren de marcha al hijo de Roar, ya que no buscó tomar rápidamente la vanguardia como de costumbre y se ubicó detrás del puntero, especulando durante la gran parte del desarrollo. De hecho, el único rival a vencer era el puntero, ya que el tercero era Guepard, y lo hacía desde 3 1/2 cuerpos más atrás. Esto hizo que el vanguardista hiciera las cosas con suma comodidad una vez que ingresaron al derecho. De ahí en más, fue un monólogo de Belmopan, que se encaminó rumbo al disco manteniendo la ventaja que nunca pudo llegar a restarle el gran favorito.
Además de seguir de racha en el césped, para Belmopan fue la mejor producción de su campaña y asoma como el rival a vencer por los milleros mejor posicionados en el ránking de la especialidad, teniendo como examen futuro a concretar, obtener un disco triunfal en la arena del metropolitano.
En cambio, para Forty Mirage, su táctica tendría que volver a ser la que utilizó siempre, esa que hasta antes de ser secuestrado a mediados de la temporada pasada, le permitió ser el mejor potrillo del momento, que era la de largar y a correr adelante, a quemar naves, como siempre lo hicieron los caballos que luego fueron honrados por la grey burrera con el calificativo de crack. enviar nota por e-mail | | |