| sábado, 26 de febrero de 2005 | Programa nacional que se implementa en la provincia Advierten desajustes en un plan que busca la igualdad educativa Se mandan computadoras pero no tienen profesores. Reciben armarios pero no llegan libros Un programa nacional que se propone salvar las desigualdades que existen entre los alumnos de una misma región no logra alcanzar el impacto deseado a la hora de su implementación. Por medio del mismo las escuelas reciben computadores, materiales didácticos y subsidios para comprar recursos y concretar proyectos propios. Sin embargo, la falta de coordinación en la entrega y la utilización juegan en contra el éxito de la propuesta.
En agosto de 2004, la provincia de Santa Fe lanzó el Programa Integral para la Igualdad Educativa (Piie), una propuesta nacional que busca achicar diferencias entre los chicos que menos tienen, y facilitarles así el acceso a mejores condiciones para su aprendizaje.
En la jurisdicción, el Piie abarca a 78 escuelas, de las cuales 38 son de Rosario, 22 de la zona centro y las otras 18 están distribuidas en el norte provincial.
Según aseguró Celia Maglione, directora provincial de Educación Primaria, la idea es que este año el programa en el territorio santafesino se extienda en un 50%, lo que significarían un total de 117 escuelas y el beneficio para unos 100 mil alumnos.
De todos modos el panorama que plantean las escuelas que ya se han visto beneficiadas por este programa no es siempre tan claro. Al tiempo que definen como muy válida la propuesta, ya que sirve para paliar las carencias que viven, también advierten sobre la descoordinación que existe entre la entrega y el uso de los recursos, lo cual dificultan la real utilización de los mismos.
En la Escuela Nº 609 Floriano Zapata recuerdan que recibieron subsidios para comprar materiales, con los cuales las maestras contaron con un mayor apoyo, y se enviaron computadoras, pero que no hay docentes para dar clases de computación.
"Consideramos que este plan es una buena iniciativa que puede aportar para mejorar la alfabetización de los chicos -apuntaron desde la institución rosarina- pero la situación es tan difícil que no se puede solucionar en cuatro horas lo que la vida da en 24"
Desde la Escuela Nº 1333 Nueva Esperanza, evalúan como bueno lo recibido del Piie, pero igual indican que necesitan un mayor acompañamiento por parte de las autoridades para coordinar las acciones, a la vez que un mayor estímulo para "corregir lo que anda y lo que no".
En el caso de la Escuela Nº 773 Pablo Pizzurno coinciden en señalar que el proyecto es interesante aunque apuntan que los plazos no se están cumpliendo tal cual lo esperado: "Llegaron las computadoras pero falta la parte de la estructura edilicia donde colocarlas. No llegaron los libros, pero sí los armarios para guardarlos".
A su vez, desde la Escuela Nº456 Carlos Pellegrini reconocen que han recibido los materiales, subsidios y computadoras pero recién lo van a incorporar en este ciclo lectivo. Afirman que se sienten acompañados y son optimistas en relación a los resultados que pueden obtener con la ayuda de este programa.
"Mejor escuela" Maglione reconoce la descoordinación que marcan las escuelas y asegura que se están realizando reuniones y seminarios para ir ajustando las acciones porque el lema es "hacer una mejor escuela".
"El año pasado se mandó para la mitad de las escuelas sumadas al programa ocho computadoras (por establecimiento), muebles, en otras libros, subsidios, pero es más difícil refuncionalizar los espacios, donde Nación es el encargado de hacerlo", explicó.
Al respecto Maglione agregó que tienen cinco asistentes pedagógicas que hacen el trabajo de campo, haciendo hincapié en la relación con directores y supervisores para que ellos mismos puedan crear sus propias políticas, de manera que los chicos que se encuentran en estas condiciones puedan aprender.
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