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 sábado, 26 de febrero de 2005  
Procesaron a los arquitectos de una obra que aplastó la casa de al lado

"Presunta comisión del delito de estrago culposo con peligro de muerte para las personas". Bajo esa figura la jueza Carina Lurati procesó, dispuso la prisión preventiva y el embargo de bienes a los arquitectos Juan Blas Gastón y Christian Gastón, ya que los consideró responsables del derrumbe de la casa lindera a una construcción que se estaba llevando adelante en Balcarce y Zeballos. El accidente -que no se cobró víctimas de milagro- ocurrió el 1º de junio de 2004, cuando alrededor de las 17 gran parte del inmueble ubicado en Balcarce 1507 donde vivía la familia Bril se vino abajo. El siniestro según entiende la Justicia fue provocado, ya que no se tomaron los recaudos imprescindibles para los trabajos de cimientos que se realizaban en la construcción de un edificio contiguo de nueve pisos.

Andrés Bril fue el damnificado, quien salvó su vida, la de una de sus hijas y la de varios operarios que trabajaban en ese momento en la obra. Es que minutos antes del derrumbe detectó grietas en las paredes de su casa, hendiduras en los pisos y que la puerta automática de su garaje donde acababa de ingresar estaba en falsa escuadra y dejó de funcionar.

A los gritos, el hombre hizo salir a una de sus hijas de la casa, impidió que otra ingresara y a la vez alertó a los operarios de la obra que dejaran rápidamente sus lugares de trabajo por que todo se caía. "Nos salvó la vida ese hombre", dijeron entonces los albañiles, y luego lo refrendaron en los expedientes judiciales. En un extenso fallo, con fecha del martes pasado, Lurati procesó a los responsables de la obra, es decir, a quienes dieron las directivas e instrucciones y no a los que ejecutaron las excavaciones, o sea los trabajadores.

Con más de 300 fojas el expediente judicial da cuenta de que en este tipo de obras las paredes adyacentes de los edificios lindantes deben amurarse por pilotes y por partes para protegerlos y apuntalarlos para evitar caídas o derrumbes. Pero después de las declaraciones de testigos, operarios, damnificados, de los informes del perito, de estudios aportados por la Dirección de Obras Particulares de la Municipalidad y de documentos fotográficos y fílmicos, la jueza determinó que este tipo de trabajo no se realizó.

En realidad, se cavó un pozo debajo de la medianera y de grandes dimensiones que ocasionó que la propia medianera cayera y junto con ella se desplomara el garaje, el patio, la cocina y una habitación del primer piso del domicilio de Andrés Bril.

Bril, de profesión abogado, vivía en su casa con sus hijas María Sol, 30 años, y María Victoria, de 20. En la crónica que realizó del episodio La Capital, el arquitecto Juan Gastón, a cargo de la obra que realizaba la empresa denominada Gastón, Hancevic & Asociados, había admitido que eran los responsables del derrumbe.

"En primera instancia nosotros somos los responsables de lo que ocurrió porque estamos haciendo la obra", afirmó el profesional a poco del siniestro. Además dijo que la excavación "no tocó la medianera de la vivienda" derrumbada, pero admitió que no sabía en qué estado se encontraba la misma.

Ahora los procesados pueden apelarlo, pero si no lo hacen, la fiscal hará la acusación y luego se irá a juicio donde se determinará las penas correspondientes a esta figura penal.
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El derrumbe no causó víctimas de milagro.

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