| miércoles, 23 de febrero de 2005 | La aterosclerosis de las arterias intracraneanas ahora tiene solución En Estados Unidos provoca 40.000 ataques cerebrovasculares por año La aterosclerosis cerebral de las grandes arterias intracraneanas, una de las principales causas de ataque cerebrovascular y cuya localización resultaba la más complicada de resolver, hoy puede ser diagnosticada, controlada y tratada con métodos mínimamente invasivos disponibles en el país. Este tema y otros relacionados se discutirán en el Segundo Meeting Internacional de Stents Intracraneanos que se desarrollará el 17 y el 18 del mes próximo en Buenos Aires, en el marco de la IV Semana de la Medicina Mínimamente Invasiva, a la que asistirán más de 30 invitados de Estados Unidos, Inglaterra, España, Suiza, Alemania, Francia, Portugal, China, Japón y Latinoamérica. Ambas jornadas son organizadas por el Instituto Médico Eneri juntamente con la Universidad de Ginebra.
"Primero avanzamos sobre la aterosclerosis en los miembros. Luego se mejoró la técnica para los casos en que afectaba el corazón. Y ahora llegamos a la que ataca al cerebro, con el empleo de stents intracraneanos de apenas 2 milímetros de espesor", dijo el doctor José Vila, jefe de la Unidad de Ataque Cerebro Vascular del Instituto Médico Eneri. Vila es coautor de la serie mundial más extensa de tratamiento endovascular de la aterosclerosis cerebral (Neurological Research 2005) y será uno de los participantes del encuentro internacional.
El especialista explicó que la aterosclerosis que obstruye las arterias cerebrales (estenosis) provoca sólo en Estados Unidos unos 40.000 ataques cerebrovasculares cada año, aunque el mayor porcentaje de casos se registra en los países asiáticos. "Aproximadamente 26 de cada cien habitantes de China sufren estenosis dentro del cráneo por aterosclerosis, al igual que 22 de cada cien japoneses. Entre los hispanos, el índice se reduce a 11 de cada 100 y en 1 de cada 4 pacientes con diabetes se ha observado una estenosis crítica de la arteria cerebral media", subrayó Vila.
Los métodos invasivos a los que se recurre para detectar la enfermedad fueron superados con la utilización de la angiografía por tomografía computada multicorte. La angio-resonancia magnética y el doppler transcraneano no son tan precisos, pero resultan muy útiles para el control de la enfermedad. Esos recursos, además del diagnóstico, permiten elegir el tratamiento adecuado para cada paciente (medicamentoso o mediante la apertura de las arterias tapadas mediante stent) y monitorear los resultados. enviar nota por e-mail | | |