| miércoles, 23 de febrero de 2005 | Esclerosis múltiple Dos centros rosarinos participan de estudios internacionales Son 46 los pacientes de la Fundación Rosarina de Neurorrehabilitación y del Sanatorio Británico. Probarán la efectividad de medicamentos ya en uso Belén Travesaro / La Capital Cuarenta y seis pacientes rosarinos participarán de dos estudios internacionales que evaluarán cuál de las drogas en uso ofrece mejor efectividad para retrasar las recaídas y evitar el daño neurológico en la esclerosis múltiple. Los rosarinos intervinientes reciben tratamiento en la Fundación Rosarina de Neurorrehabilitación y en el Sanatorio Británico. Los doctores Carlos Ballario y Geraldine Luetic están a cargo de la coordinación del estudio en Rosario.
"En pocos años los pacientes podrán contar con opciones de tratamiento más efectivas para controlar la esclerosis múltiple", anticipó a La Capital el neurólogo Carlos Ballario, presidente de la Fundación Rosarina de Neurorrehabilitación.
La enfermedad afecta principalmente al adulto joven y, si bien los mecanismos que provocan la enfermedad aún se desconocen, ciertas alteraciones inmunológicas serían capaces de dañar la mielina que forma parte del sistema nervioso central (integrado por el cerebro y la médula). Las recaídas generan lesiones a nivel cerebral que a largo plazo pueden llegar a producir discapacidad.
En ambas investigaciones participan centros especializados de todo el mundo. Una de ellas compara el interferón beta1-a y el acetato de glatiramer, en pacientes con esclerosis múltiple recurrente remitente (con recaídas); en tanto que la otra evalúa drogas parecidas, con la diferencia de que se indica el doble de dosis de interferón beta I-b. Este último también tiene como objetivo evaluar la tolerancia a la medicación.
"Estudios previos demostraron que la doble dosis de interferón es tolerada y eficaz, pero en un grupo reducido de pacientes. Esto no es prueba suficiente para que los organismos de control internacionales lo aprueben. Mediante la investigación se analizará a un grupo más amplio", agregó Ballario.
Para el especialista la ventaja de ambos estudios reside en que los medicamentos ya están en el mercado por lo que no representan riesgos considerables para el paciente. "Además, a diferencia de otros trabajos donde a un grupo de pacientes se le indica placebo (sin droga activa), en estos proyectos todos reciben medicación. Quienes forman parte del estudio reciben la medicación en forma gratuita, lo que representa un beneficio económico para quienes conviven con la afección y un aporte para la ciencia", dijo el profesional.
Combinación de medicamentos Otras asignaturas de las investigaciones científicas vigentes son las relacionadas con terapias combinadas con interferón y drogas comúnmente utilizadas para otras afecciones y que resultan eficaces para controlar las alteraciones inmunológicas. "Estas drogas se asocian para analizar si logran potenciar la eficacia del interferón", aclaró Ballario.
El especialista comentó que a nivel internacional también está en estudio la combinación de medicamentos con diferentes mecanismos de acción, como por ejemplo el interferón junto con el neuroprotector. El primero controla el sistema inmunológico, y el segundo protege a la neurona del desgaste.
Otra de las investigaciones se orienta a la acción terapéutica de los anticuerpos monoclonales, que son sustancias capaces de bloquear la acción de algunas sustancias del sistema inmunológico.
Terapia celular Consultado el doctor Ballario acerca de la posibilidad de utilizar células madre para modificar el sistema inmunológico o reemplazar las neuronas destruidas adelantó que esta técnica ya está siendo probada en animales y seres humanos en algunos centros de Europa. "Lo que se analiza en animales es la capacidad de regenerar tejidos. Las células madre son totipotenciales, capaces de especializarse en diferentes tejidos o células, por ejemplo, ante una lesión cardíaca reparan las arterias coronarias", explicó el especialista. "Aplicadas en el cerebro dañado del ratón demostraron su capacidad para diferenciarse en neurona y empezar a crecer en la zona dañada", agregó Ballario.
"A pesar de lo promisorio de estos estudios hay que ser cautelosos ya que falta tiempo para develar las preguntas que giran en torno a la terapia celular, entre otras, ¿las células madre son capaces de reemplazar correctamente la función perdida?, ¿cómo es su crecimiento?, ¿se degeneran con el tiempo?, ¿pueden terminar produciendo un tejido no deseado en el cerebro?", se pregunta Ballario.
enviar nota por e-mail | | Fotos | | La rehabilitación resulta útil para controlar la enfermedad. | | |