| miércoles, 23 de febrero de 2005 | Despenalización del aborto Respondo a las cartas de los señores Alejandro Molina Pico y Ezequiel Martínez. Este último comparó el aborto con la posibilidad de "eliminar ancianos en el futuro". Todavía intento explicarme de dónde esta persona saca estos pensamientos nazis, pero esa es otra cuestión. Al leer las opiniones de estos señores realmente creo que deben tener la imagen de miles de mujeres alegremente esperando a realizarse abortos en cuanto puedan. Deben creer que las mujeres que decidieran hacerse un aborto estarán chochas de la vida, y seguramente se las imaginarán una vez finalizado el agradable procedimiento saliendo de fiesta e intentando quedar embarazadas de nuevo; mejor aún si esto ocurre siendo violadas, por ejemplo. Para estos señores, los abortos no existen, no se realizan, no se hacen. Las mujeres no mueren porque las condiciones sanitarias para realizarse los abortos sean malas. Esas son mentiras de los que buscan la despenalización del aborto, asesinos. Y a las abortistas, como bien dice Alejandro Molina, les encantaría realizarse abortos en distintas horas y épocas por el solo placer que esto les retribuye. Pero por supuesto, estas barbaridades deberían estar penadas. ¿Cómo vamos a despenalizar algo que no pasa, que no se realiza, que no se hace hasta hoy? ¿Cómo abrir la legalidad para que estas mujeres abortistas tengan tanto divertimento? Pero digo... quizás estos señores deberían informarse un poco más, ya que la realidad es otra y es hora de enfrentarla. Quizás deberían dejar de acusar con tanto odio y analizar el tema con objetividad. Quizás deberían dejar de vivir en ese mundo de fantasía y ver la realidad, como ya lo han hecho muchos países.
Mario Raimondi
DNI 24.586.276
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