| domingo, 20 de febrero de 2005 | Primera persona Alejandro Seselovsky: "Los evangélicos son un planeta desconocido por la sociedad" La expansión evangelista en la Argentina es el tema de "Cristo llame ya!", un libro que aborda un universo tan visible como poco explorado Rodolfo Montes / La Capital En "Cristo llame ya!" (Grupo Editorial Norma), el rosarino Alejandro Seselovsky aporta un relato que atrapa. Aunque parece pertenecer a un registro ficcional, se trata de una trama real: el amplio mundo evangélico en la Argentina. La investigación del periodista que se radicó en la Capital Federal en los primeros años de su vida, ofrece datos clave del avance evangélico reciente en el país. Pero lo más importante: pone en valor un modo de redacción coloquial, luminoso y de absoluta proximidad con el lector. "Escritura más información, en ese orden" destaca Seselovsky, que bajó apurado de un taxi a la cita con Señales en un café del barrio de Palermo.
"Cristo llame ya!" se mete dentro de una iglesia sin jefe ni Papa, de enorme extensión, que en veinte años pasó de 2 a 4,5 millones de fieles y domina grandes espacios en televisión. Sólo una de sus versiones, la Iglesia Universal del Reino del Dios, declara recaudar en donaciones más de 20 millones de pesos por año. En el mundo evangélico caben distintos discursos ideológicos, pero los más visibles son de derecha, refractarios de la minorías sexuales y cercanos al republicanismo de Bush y compañía.
Periodista gráfico, redactor de la revista Gente y colaborador de otros medios "que me dan otro aire", con "Cristo llame ya!" Alejandro Seselovsky publicó a los 33 años su primer libro. "Siempre escribí, mi vida es un procesador de texto", aclara.
Seselovsky también se define como un cronista de acción: "Me gusta ensuciarme en la calle", dice. Estudió Letras pero "enseguida me aburrieron los formalistas rusos, me quedaban muy lejos".
-¿Cómo decidís investigar a las iglesias evangélicas?
-El mundo de los evangélicos es un mundo a descubrir, por intensidad. Está en ebullición. Recuerdo cuando hice una nota sobre el rock evangélico y me encontré con una organización profesional, con video wall, con una conferencia de prensa donde los músicos tenían hasta la botellita de agua para tomar. "Acá hay un mundo que está sucediendo y nadie lo está contando", pensé. Los evangélicos son un planeta entero desconocido por el resto de la sociedad. Y tienen muchos matices. Por un lado está la Iglesia Universal del Reino del Dios, la más cuestionada por su manera ilegítima de apretar a sus fieles para sacarles dinero -recauda más de 20 millones de pesos por año, según propias declaraciones-, y están las demás iglesias que no son tan coercitivas.
-¿Cuál descubrimiento fue el más intenso?
-Yo me sorprendí conociendo a un pastor como Dante Gebel, que presenta un show multimedia en el Luna Park disfrazado de Matrix, donde pelea en el escenario con unos Ninjas supuestamente enviados por el diablo. Y que además va predicando a Cristo en medio de efectos especiales, láser y demás. Esto sucede en pleno Buenos Aires, llenan el Luna Park tres veces en una noche. Y llenan Boca, y llenan River. Y el resto de la sociedad ni se entera.
-¿Están encapsulados?
-Creo que tienen problemas de comunicación, no saben cómo articular con el resto de la sociedad. Están un poco acomplejados ante el tamaño de la Iglesia Católica. Muy pocas veces los pastores evangélicos lograron trascender al conjunto de la sociedad. Lo logró el pastor Giménez, y lo logró Palau empapelando Buenos Aires, y pará de contar, nadie más.
- ¿Esa lógica de cierto aislamiento, de cocinarse en su "propia salsa", no los coloca al borde de ser una secta?
-La Iglesia Evangélica no es una secta. No tiene en principio elementos alienantes, es como la católica o la judía. Es la Iglesia protestante, viene de Lutero. Es cierto que algunos tienen elementos sectarios por sus discursos radicales, conservadores como Bush. Tienen una relación muy intensa hacia adentro, con su propia iglesia, pero no llegan a ser una secta. Por lo demás, hay una Iglesia evangélica progresista que estuvo en la Conadep, que participa de la mesa del diálogo y que hacen trabajo social en cárceles, por ejemplo. Por lo demás, la capacidad de lobby político de los evangélicos argentinos siempre fue escasa, pero están creciendo. En cambio en Brasil tienen un bloque de diputados y un senador nacional por el Estado de Río de Janeiro.
-¿Podrían definirse a estos grupos ideológicamente?
-Es raro, parecieran no pertenecer a una ideología definida, ni izquierda ni derecha definida. Ahora estarían tomando un corte progresista . En cambio en Brasil, si bien tienen diputados en varios partidos, se concentran en el Partido Liberal -unos 26 diputados-, el de José Alencar, que es vicepresidente de Lula. Lo que me dijeron en la Iglesia Universal es que no tienen un objetivo político, pero yo, la verdad, no les creo demasiado. Si hacen política en Brasil, ¿por qué no lo habrían de hacer en la Argentina?
-¿Entonces?
-Hay una izquierda y una derecha. Están las iglesias evangélicas históricas, diríamos los progresistas, que son los luteranos, presbiterianos, anglicanos y metodistas. Y las nuevas iglesias, los bautistas y pentecostales, los más conocidos como tele-evangélicos, con eje en los republicanos conservadores con discursos reaccionarios, regresivos, a favor de la guerra. Digamos Bush.
-¿Algunos medios de comunicación de la Argentina tienen fuerte presencia evangélica, hay una tendencia de cooptación?
-Los espacios los tienen porque los compran, pero no tienen llegada a nivel lobby político. La Iglesia Universal tiene mucho dinero, por ejemplo pagó 8 millones de dólares sólo por el terreno del mega templo que armaron recientemente en el viejo mercado de flores de Almagro (avenida Corrientes al 4200, plena Capital Federal). Los espacios evangélicos televisivos son, de todos modos, pianta rating para los canales. Les quitan prestigio y audiencia.
-¿Cómo se explica ese modo de enunciar en portuñol, un estilo curioso y patético para quienes no están en el tema ?
-Yo creo que ellos trabajan sobre la desesperación, algo que abunda en Latinoamérica. Y también con la lógica de la magia. El Cristo evangélico no es solamente un Cristo trascendental, que te espera en la vida celestial. El Cristo evangélico es un operador cotidiano, te ayuda a conseguir trabajo, a que los chicos pasen de grado y a que al marido le vaya bien en el negocio y no ande con otra. Un Cristo, un producto reparador de la vida material.
-Además de plantar base en las clases sociales más necesitadas, ¿cómo funciona el evangelismo en los sectores medios y más acomodados?
-Hay un evangélico de clase media, profesional, que no tiene nada que ver con la Iglesia Universal. En general más vinculado a las iglesias evangélicas históricas, aunque también pueden ser bautistas o pentecostales. Diría que los protestantes no son la mayoría, pero están.
-En esos sectores, ¿cómo funciona el discurso de la reparación de la vida material?
-No es lo central, más bien se apela a la fe en un sentido más convencional, como en los católicos.
-Sin embargo, ¿no funciona una realimentación del tipo "tengo plata, pero si gano más plata soy espiritualmente mejor"?
-Bueno, el protestantismo está ligado al capitalismo, la "teología de la prosperidad", que viene de la Europa rica del norte. De hecho, las primeras Iglesias protestantes que llegan a la Argentina, los ingleses, irlandeses, eran las iglesias ricas. Pero en 200 años se transformaron mayoritariamente en la iglesia de los pobres. Se invirtió a sí misma. Encontraron que entre los más desamparados y desatendidos de la sociedad tienen "pique".
-De ahí su desarrollo entre la población carcelaria.
-Allí tienen enorme presencia. La cárcel más grande del país, Olmos, con tres mil reclusos, tiene un 50 % de evangélicos. La cárcel es un típico lugar con ausencia de la Iglesia católica y del Estado. Ahí te violan, te matan, pero si sos evangélico podés salvar la vida. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Un rezo en la Iglesia Universal del Reino de Dios de Rosario. | | |