No cede la interna del peronismo bonaerense

Pese al intento de la Casa Rosada por enfriar los ánimos, siguen los cruces entre Solá y los duhaldistas

La interna del peronismo bonaerense continuó ayer con nuevos cruces entre el mandatario provincial, Felipe Solá, y sectores duhaldistas, mientras la Casa Rosada se mostró confiada en que la puja no afectará la gobernabilidad.

El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, consideró que ambos sectores "no tienen la vocación de poner en riesgo la gobernabilidad" y que la intervención que tuvo el Ejecutivo nacional sólo apuntó a evitar que se salpique la administración del distrito más importante del país con la interna del PJ.

"Confiamos en que ninguna interna ponga en riesgo la gobernabilidad en ninguna provincia", manifestó el ministro coordinador. Sin embargo, Solá y el diputado nacional ultraduhaldista, Daniel Basile, expresaron posiciones antagónicas y cargadas de críticas.

El gobernador acusó al grupo de legisladores provinciales duhaldistas que aprobaron el presupuesto, que él luego vetó, de no cumplir "con la obligación" de apoyarlo y de no "ser coherentes con lo que le dijeron al pueblo, cuando tuvo que votar el 14 de setiembre de 2003".

En esa línea, Solá señaló que "lo que está en juego es la aprobación del presupuesto, ley fundamental que necesita todo hombre que gobierne". Y ejemplificó: "El presidente Néstor Kirchner lo tuvo antes de diciembre. Estamos en febrero y yo todavía no".

"Mis principales opositores son un grupo de legisladores, básicamente diputados, quienes fueron elegidos junto a mí en la misma boleta. Es decir, no están cumpliendo con la obligación de apoyarme", enfatizó.

En tanto, Basile acusó al gobernador de tener actitudes "cambiantes y caprichosas". Y estimó que las "complicaciones" que puede tener la gestión bonaerense se deben a la "rigidez casi histérica" de Solá.

"Las características del amigo Felipe son muy cambiantes, caprichosas y no hablan muy bien de su responsabilidad para el cargo al que fue asignado", azuzó el legislador.

El gobernador bonaerense disparó más munición gruesa contra el duhaldismo.