| domingo, 20 de febrero de 2005 | Confirman la perpetua para Barreda El Tribunal de Casación bonaerense ratificó la condena a reclusión perpetua contra el odontólogo platense Ricardo Barreda, preso desde 1992 por haber asesinado a sus dos hijas, a su esposa y a su suegra.
Con este fallo, a Barreda ahora sólo le queda llevar su caso a la Corte Suprema de Justicia o esperar hasta mediados de año cumplir los setenta años y pedir arresto domiciliario para poder salir de la cárcel donde ya lleva más de 12 años preso.
Fuentes judiciales informaron que el Tribunal rechazó ayer un pedido de la defensa de Barreda de revisión del fallo condenatorio y de reducción de la pena impuesta por un tribunal oral en 1995.
Los abogados del odontólogo habían solicitado una reducción de la pena alegando que "existió un absurdo en la valoración de las pericias psiquiátricas" por parte del Tribunal que condenó a Barreda y que "debería haber sido declarado inimputable".
Pero los jueces de Casación bonaerense, Carlos Natiello, Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués, rechazaron el planteo defensista y destacaron que el imputado no estaba loco cuando masacró a su familia.
Barreda había concurrido en noviembre pasado a una audiencia ante los jueces del Tribunal de Casación y allí le dijo a los magistrados que era "consciente de lo que sucedió" y trató de alegar que es inimputable al asegurar: "Lo que puedo decir es que en ese momento yo no era yo".
Tras el fallo de Casación, el odontólogo podrá recurrir a la Corte Suprema de Justicia de la Nación ya que hizo reserva del caso federal, y se prevé que a partir del 16 de junio próximo, cuando cumpla 70 años, pedirá el arresto domiciliario.
Barreda fue detenido el 15 de noviembre de 1992 acusado de haber asesinado a tiros a su esposa Gladys Mac Donald, de 57 años; su suegra, Elena Arreche, de 86; y sus dos hijas, Adriana, de 24 y Cecilia, de 26, en la casa que habitaban en la calle 48 entre 11 y 12, en la zona céntrica de La Plata.
El odontólogo utilizó para el crimen una escopeta calibre 12.70, que luego arrojó a un arroyo de la periferia, y la misma noche del crimen volvió a su casa, se encontró con los cuerpos de sus víctimas, y llamó a la policía.
Desde un primer momento, Barreda admitió que había cometido la masacre, y entonces se justificó diciendo que dentro de la casa lo maltrataban. (Télam) enviar nota por e-mail | | Fotos | | El múltiple homicida Ricardo Barreda. | | |