| domingo, 20 de febrero de 2005 | Más problemas para Carlos y Camilla Primer contratiempo en los preparativos de la boda entre el príncipe Carlos de Inglaterra y su prometida Camilla Parker Bowles: existen problemas legales que obligan a la pareja a cambiar el sitio donde se iba a celebrar la boda, que en lugar del castillo será en el ayuntamiento de Windsor.
Algunos cortesanos calificaron lo sucedido de "fracaso" y "fallo de dimensiones catastróficas". Sobre todo la protección de los asistentes al enlace se hará más compleja, ya que la ceremonia no tendrá lugar detrás de los amplios muros del castillo, sino en el centro de la ciudad.
El portavoz del heredero de la Corona británica intentó quitar importancia al asunto y aseguró que un enlace en el ayuntamiento tiene la ventaja que la gente podrá ver mejor entrar y salir a la pareja nupcial. Pero casi todos los diarios británicos, que se remiten a fuentes en la casa real, señalan que no es ésta la verdadera razón del traslado del lugar de la boda.
Al parecer, de celebrarse la boda en el castillo de Windsor, se necesitaría una licencia especial que sólo se concede por tres años y si permiten los enlaces de cualquier otro solicitante en el castillo, y para ello tendría que ser renovado (lo que implica elevados costos) el mayor recinto fortificado y habitado de Europa.
Según informaciones del tabloide The Sun, la reina Isabel II (de 78 años) está muy enojada, porque su hijo quiere casarse como si fuese un ciudadano común. Con ello "se roba a la monarquía del último rescoldo de secreto" que quedaba tras los escándalos de los últimos 20 años, cita una fuente cortesana.
En la sala del juzgado caben como máximo un centenar de invitados de los 700 que se calcula que acudirán al enlace. Curiosamente, el ayuntamiento fue diseñado por Sir Christopher Wren (1632-1723), el artífice de la catedral de St. Paul, en la que Carlos contrajo matrimonio con Diana en 1981. (DPA) enviar nota por e-mail | | |