| sábado, 19 de febrero de 2005 | Analizaron en Helvecia un caso de torturas durante los años de plomo Funcionarios de la secretaría de Derechos Humanos provincial visitaron la localidad costera de Helvecia donde se reunieron con vecinos interesados en aportar datos de interés relacionados a una causa que investiga la justicia federal sobre un episodio de torturas registrado en mayo de 1977. A partir de una denuncia efectuada ante la Secretaría por diferentes personas, los funcionarios mantuvieron contacto con un nutrido grupo de vecinos, entre quienes se encontraban las víctimas del gravísimo episodio, así como familiares y testigos.
En la reunión se admitió que varios de los involucrados en el episodio registrado 28 años atrás, no habían declarado en la causa que investiga la Justicia federal por temor a ser víctimas de represalias. Los funcionarios de la Secretaría de Derechos Humanos ofrecieron todas las garantías necesarias a fin de permitir ampliar los elementos probatorios que conduzcan a conocer la verdad de lo ocurrido entonces y reparar la memoria de los damnificados por estos sucesos.
Según diferentes testimonios, cuando transcurría mayo de 1977 una comisión policial, con una orden del gobernador de facto de entonces, el vicealmirante Jorge Desimoni, se constituyó abruptamente en localidad de Helvecia con el argumento de desarticular una gavilla vinculada a la industria del cuero. En pocos días los policías detuvieron a once conocidos vecinos de la zona, dedicados a la actividad comercial pero con militancia social, partidaria y gremial.
Todos los testimonios recogidos coinciden en afirmar que esas personas "fueron salvajemente torturadas, llevando la peor parte los señores Bassi y Bonazza", para luego ser inculpados públicamente de delitos comunes relacionados con la actividad mercantil, aunque las hipótesis judiciales posteriores llevaron a suponer que se trató de un acto de persecución y amedrentamiento a personas que tenían pertenencia partidaria y gremial, quienes finalmente quedaron quebrados anímica y económicamente".
El hecho en sí provocó que "un agente policial de Helvecia que veía lo que estaba sucediendo renunciara a su cargo al no tener respuestas de parte de la autoridad comunal a la denuncia de los excesos que se estaban cometiendo en la seccional de policía, por parte de la comisión policial foránea".
El ex agente policial Antonio Ruoppolo, de él se trata, reiteradamente ha solicitado la reincorporación a filas y ha denunciado la presunta responsabilidad que habría tenido en los hechos denunciados el entonces interventor de las comunas de Helvecia y Cayastá, y ex senador provincial Duilio Pignata.
Ruoppolo ha efectuado diversas presentaciones ante las autoridades y su caso es analizado también por la Justicia federal. Los antecedentes de los episodios aquí relatados fueron entregados por el ex agente al premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, cuando éste visitó Santa Fe para apoyar a los denunciantes de la llamada causa Brusa.
En la reunión cumplida en Helvecia, muchos de los asistentes dieron sus versiones de los hechos graficando "el terrible daño que les provocaron a ellos y a sus familias los que organizaron esta novela cuyas secuelas aún se sufren, porque nunca quedo debidamente aclarado que se trató de una persecución, que nada tenía que ver con delitos de su actividad comercial y mucho menos se responsabilizó a los culpables", manifestaba uno de los detenidos en ese 1977, cuando tenía 18 años.
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