El horror. Los investigadores piensan que habría otras dos fosas con enterramientos clandestinos de la dictadura militar

Los desaparecidos de San Lorenzo habrían tenido una muerte violenta

Uno de los cráneos exhumados tiene dos orificios, que inducen a elaborar una hipótesis en ese sentido

Marcelo Abram / La Capital

San Lorenzo.- Luego de que esta semana se produjera la exhumación de los primeros ocho cuerpos encontrados en una fosa común de la época de la última dictadura militar en el cementerio de esta ciudad, la Justicia federal estaría elaborando una hipótesis a partir de algunos indicios que indicarían que pertenecerían a personas jóvenes o de mediana edad y que las muertes se habrían producido en forma violenta.

Según una fuente judicial cercana a la investigación habría suficientes elementos probatorios que llevarían a inferir que las causas de los decesos tendrían un origen violento, y citó como el dato más firme en ese sentido que uno de los cráneos recuperados tiene dos orificios que podrían corresponder a la entrada y salida de un eventual impacto de bala.

Luego de que en diciembre de 2002 fuera denunciada ante el Juzgado Federal Nº4, entonces a cargo de Omar Digerónimo, la existencia de una fosa común con enterramientos clandestinos durante el gobierno militar, se presentaron ante el magistrado varios testimonios más que eran coincidentes en ese sentido.

A partir de ese momento y con ese cúmulo de información se inició la investigación que permitió la localización y la apertura de la mencionada fosa común, en el marco de la causa denominada Averiguación de la Verdad Histórica.

Después de una ardua tarea, que incluyó la participación de un grupo de geólogos de la Universidad de San Luis, el 1º de junio del año pasado se hallaron los primeros restos óseos a unos noventa centímetros de profundidad y con la continuidad de los trabajos se logró determinar la existencia de ocho cuerpos, lo que confirmó los datos aportados por los testigos y dio sustento a la diligencia judicial.

Posteriormente, ya sobre finales de 2004, cuando Carlos Vera Barros reemplazó a Digerónimo en el juzgado y visitaba el lugar de la excavación, se conoció que en el sector de los trabajos existía más de una treintena de cuerpos sin identificar.

Si bien todavía queda por explorar otro sector de la necrópolis donde se presume que puede haber otras dos fosas comunes, siempre sobre el ángulo noreste del predio, cercano al incinerador, el trabajo de los profesionales se concentra en la exhumación de los cuerpos hallados en este lugar.

Realizada la exhumación de los primeros ocho cuerpos completos, y una vez finalizadas las pericias correspondientes, los antropólogos se encargarán de preparar el terreno para efectuar la extracción de la totalidad de los restos.

Por otra parte, una fuente ligada a los profesionales que realizan las exhumaciones confirmó que se logró retirar todos los huesos de cada uno de los ocho cuerpos, los que fueron traslados al improvisado laboratorio funciona en las dependencias del falso incinerador del cementerio.

En ese lugar se procederá a limpiar minuciosamente las piezas para luego poder determinar la edad y la causa de la muerte de cada uno de ellos, antes de pasar a la delicada tarea de intentar establecer sus identidades mediante el estudio de ADN, que realizará el Equipo Argentino de Antropología Forense a partir de los datos obtenidos de las muestras de sangre a familiares de desaparecidos de la zona que vienen recogiendo desde hace algún tiempo.

Además de la Averiguación de la Verdad Histórica, en el mismo juzgado de Vera Barros se tramita otra causa por violación de derechos humanos en San Lorenzo durante el proceso militar, a partir de las denuncias del ex sindicalista Manuel Casado y el militante Carlos Avalos.

Por esta diligencia judicial ya habían sido detenidos por orden de Digerónimo el ex intendente de facto de San Lorenzo, coronel Rubén Cervera, su secretario de Gobierno, Hugo Maderna, y el director de Asuntos Legales de esa Municipalidad en el mismo período, Pedro Pili Rodríguez, todos actualmente excarcelados.

A partir de la aparición de nuevos testimonios y por pedido tanto del ministerio fiscal como de la parte querellante, para los primeros días de marzo se procederá a ampliar la indagatoria de los tres imputados mencionados.

Hasta el momento la Justicia federal no habría calificado el grado de las posibles nuevas imputaciones que podrían surgir de los nuevos interrogatorios.

Una placa recuerda a los sanlorencinos desaparecidos, que todos creen están enterrados en la fosa común que es investigada.