| viernes, 18 de febrero de 2005 | La esposa del chico muerto en NOB criticó la falta de seguridad La esposa del joven hincha de Newell's Old Boys asesinado ayer en el estadio Coloso, durante el llamado "banderazo" de apoyo al equipo antes del clásico con Rosario Central, afirmó esta mañana que la tragedia se debió a un entredicho entre barrasbravas y a la falta de seguridad en el lugar.
Según el relato de Luciana, de 20 años, Gonzalo Ferrero, de 21 años, "estaba en el alambrado de la cancha, arriba de todo, estaba festejando, y así de repente sintieron un disparo, él se toco así como el estómago y cae". Preguntaba de dónde provino el balazo, la mujer aclaró que "vino de atrás, de la tribuna, él tenía a los hinchas a la espalda" y que la policía le dijo que "están buscando pero no hay ningún detenido".
Hace cinco años que Luciana estaba casada con Ferrero y tiene con él un bebé de un año y nueve meses. Aseguró en declaraciones radiales que no cree que el disparo fue para él sino que lo atribuyó "a problemas entre barras". Finalmente, la joven se quejó por la falta de presencia policial en el lugar: "Tendría que haber habido seguridad en la tribuna, en la cancha, adentro, en todos lados y no había. Había, pero adentro de la cancha, sobre las tribunas no. No hubo tanta requisa, no registraron nada y entraron revolver y montones de cosas. Por eso pasa lo que pasa".
Ferrero murió ayer a consecuencia de un balazo que recibió cuando participaba del "banderazo" con otros simpatizantes rojinegros en el estadio del Parque de la Independencia, a días del clásico con Rosario Central.
Poco después de las 18.40 salió de la tribuna en dirección a la puerta 3 pidiendo auxilio un joven sangrando del abdomen. La policía lo traslado al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez, donde se comprobó que había recibido un disparo de arma de fuego en la región abdominal y, cuando era trasladado al quirófano para ser intervenido, falleció.
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