| viernes, 18 de febrero de 2005 | Empresarios españoles presos por la muerte de un trabajador argentino El obrero estaba empleado en forma irregular y cayó de un andamio precario, en la ciudad de Granada Dos empresarios españoles fueron detenidos ayer por la muerte de Carlos Oscar Romero, un inmigrante argentino de 20 años que cayó de un andamio cuando trabajaba como obrero de la construcción en condiciones de precariedad en la ciudad de Granada, en España.
El hermano de la víctima, Agustín Romero, dijo que Carlos falleció el martes en un accidente en una de las obras de la empresa de construcciones Robles y Santiago de Granada, en la que trabajaba desde septiembre de 2004 en forma irregular.
Tras el accidente, la empresa negó que Romero trabajara para ellos, pero la familia de la víctima denunció la situación, lo que llevó a la detención de los empresarios Robles y Santiago, de 38 y 29 años.
El joven fallecido nació en Cochabamba, Bolivia, pero desde los seis meses de edad y hasta su llegada a España vivió en Argentina.
Agustín, quien vive en Granada desde hace dos años junto a su esposa de origen boliviano y su hija argentina, denunció que él mismo fue objeto de amenazas por parte de los empresarios el día de la muerte de su hermano. Además, afirmó que la empresa retiene el pasaporte de los empleados extranjeros, y que están todos muy asustados.
Sin documentos Carlos Romero había llegado a España en septiembre porque su hermano Agustín le envió el dinero para que viajara y fuera a vivir con él y su familia.
En Buenos Aires, en el barrio de Pompeya, quedó su padre, al cuidado de unas sobrinas, puesto que su madre falleció. "Estaba lleno de energía, por eso trabajaba allí pese a que yo le había dicho que no siguiera porque las condiciones laborales eran muy malas", dijo Agustín.
"Carlos quería regresar a Buenos Aires, le gustaba mucho la Argentina, vivió toda su vida allí, y vino aquí porque las cosas no iban bien", explicó Agustín, quien empujado por la situación económica y tras cuatro años de no conseguir trabajo emigró a España.
El día que Carlos tuvo el accidente un compañero de trabajo fue a avisarle a Agustín, pero le dijo que tenía que dar "otra versión" de los hechos a la policía, decir que su hermano estaba allí pidiendo trabajo y que se cayó de un andamio.
"Casi todos los que trabajaban en la empresa estaban sin papeles, yo trabajé con ellos una semana en el mes de enero", contó Agustín.
"Cuando estaba en el hospital con mi hermano, que estaba en un coma profundo, vinieron los empresarios y me dijeron que si hablaba con alguien de lo sucedido me iban a hacer deportar", añadió el hermano de la víctima.
Tras conocer los hechos, la Guardia Civil procedió a la detención de los dos propietarios de la empresa por el cúmulo de irregularidades en las que presuntamente incurrió. (Télam) enviar nota por e-mail | | |