Efemérides

Un 16 de febrero...

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De 1835: Es asesinado el caudillo riojano Facundo Quiroga
Acusado de "bárbaro" por Sarmiento, el caudillo Juan Facundo Quiroga, quien por su arrojo y valentía fue llamado "El Tigre de Los Llanos", nació en 1788 en San Antonio, departamento de Los Llanos, en la provincia de La Rioja. A los 16 años comenzó a conducir los arreos de su padre, el estanciero José Prudencio Quiroga, y luego, acosado por deudas de juego, se alistó como voluntario en el ejército, donde fue destinado al regimiento de Granaderos a Caballo del general San Martín. En 1816 regresó a La Rioja y allí colaboró activamente con el Ejército del Norte que luchaba contra los realistas proveyéndolo de ganado y tropas. En 1818 recibió de Pueyrredón el título de "Benemérito de la Patria" y a fines de ese año intervino destacadamente para sofocar un motín de prisioneros españoles en San Luis. A partir de 1820, con el cargo de jefe de las milicias de Los Llanos, se fue convirtiendo en árbitro de la situación riojana. Contribuyó a colocar en el gobierno provincial a Nicolás Dávila, quien en ausencia de Quiroga intentó apoderarse de la artillería de Los Llanos. El Tigre derrotó al gobernador en el combate de El Puesto y asumió la gobernación por tres meses. Combatió contra la constitución centralista de Rivadavia y hacia 1828 tuvo una notable influencia en las provincias norteñas desde Catamarca hasta Mendoza. Se unió con otros caudillos para establecer el federalismo, pero sufrió sendas derrotas de manos del general unitario Paz en La Tablada (1829) y Oncativo (1830). Venció a Lamadrid en la batalla de La Ciudadela (1831) y se trasladó luego a Buenos Aires con el fin de intentar convocar un congreso constituyente para formar la estructura orgánica de una república federal, pero Rosas consideró prematura una organización formal hasta tanto las provincias hubieran creado sus estructuras políticas individuales y una saludable vida institucional. En 1834 fue enviado a mediar entre los gobernadores de Tucumán y Salta para impedir una guerra civil, y al regresar a Buenos Aires habiendo cumplido con éxito su misión fue sorprendido y asesinado de un trabucazo en un ojo (ilustración) por efectivos al mando de Santos Pérez y por encargo de los hermanos Reinafé, en Barranca Yaco, en la provincia de Córdoba, el 16 de febrero de 1835.