| miércoles, 26 de enero de 2005 | Ferrari y Ecclestone quieren seguir dominando la F-1 La Fórmula 1 está viviendo tiempos convulsionados, donde los más poderosos tratan de asegurar su predominio y el resto de repartir la torta. En el medio, pocos parecen advertir que la máxima categoría necesita más que nunca el equilibrio entre los equipos para volver a brindar espectáculo en la pista.
Está claro que el acuerdo al que arribaron Bernie Ecclestone, presidente de la FOA (Formula One Admistration, empresa que maneja la ingeniería financiera de la F-1) y Ferrari para prolongar el Acuerdo de la Concordia firmado en 1981 y que finalizaba en el 2007, no hace más que sugerir la clara intención de ambas partes para seguir dominando.
Aquel acuerdo de 1981 catapultó al entonces jefe del equipo Brabham y presidente de la Federación de Constructores Bernie Ecclestone al mando de las principales decisiones de la categoría. Y ahora quiere prolongarlo, justo en el momento en que un grupo de equipos muy importantes (entre los que estaba Ferrari) planeaba crear una Fórmula Uno paralela, y un grupo de bancos que posee el 75% de los derechos comerciales de la máxima le está peleando a Ecclestone una mayor injerencia en las decisiones.
Ferrari, BMW (Williams), Renault y Mercedes Benz (McLaren) habían formado el año pasado la GPWC (Gran Prix World Championship), cuyo objetivo era presionar a Ecclestone para una mejor distribución de los ingresos a partir de la amenaza de crear un campeonato paralelo a partir de 2008, pero la escuadra de Maranello abandonó el barco sin previo aviso y selló su acuerdo con Bernie hasta el 2012.
Es más, Ferrari debió aclarar en un comunicado que ellos no dejaban de pertenecer a la GPWC, sino que a partir del 1º de agosto de 2004 dejaban de hacerlo con exclusividad. Y que el acuerdo sellado, por el cual Ecclestone se comprometió a repartir 500 millones de dólares extras a los equipos, comenzaría a regir en este año y no en el 2008.
Igual, a nadie escapa que la maniobra de Ferrari tiene a asegurar su supremacía, que de perdurar en el tiempo transformará a la F-1 en un espectáculo desechable.
Los miembros de la GPWC decidieron por lo pronto postergar una reunión que tenían con la FIA el viernes para discutir regulaciones a partir del 2008, que incluyen que haya un único proveedor de neumáticos, la eliminación de la telemetría y de los autos de repuesto. Los fines de semana de carrera serían reducidos a dos días.
Pese al acuerdo con Ferrari, Ecclestone insiste en que "la parte comercial y técnica serán tratadas de manera conjunta. Hay mucho tiempo para hacerlo".
Mientras, Norbert Haug, director deportivo de Mercedes Benz desconoce el acuerdo firmado por Ferrari. "Sólo conozco un acuerdo Concorde. No sé lo que Ferrari firmó. Nadie nos lo ha enseñado. Todos los equipos debemos encontrar un acuerdo", explicó.
Mientras, ayer en Londres los otros nueve equipos firmaron un acuerdo para reducir los días de pruebas a 30 días con el fin de abaratar costos. Además, no se puede girar con más de un auto a la vez ni en más de un circuito, algo que Ferrari hace habitualmente ya que posee pista propia y a veces ensaya allí y en el lugar donde están sus competidores al mismo tiempo.
"Tuvimos suficiente tiempo como para saber que Ferrari no estaba de acuerdo con este tipo de acuerdo", dijo Paul Sttodart, el combativo jefe de la escudería Minardi, reflejando las diferencias que ahondan la tensa relación entre Ferrari y el resto.
Lo cierto es que la Fórmula 1 marcha por un camino incierto, con un parque que no crece y con una competitividad que está muy lejos de aumentar. enviar nota por e-mail | | Fotos | | |