Reformas a la ley de semillas

Productores de soja y trigo pagarán regalías extendidas

Los que siembren más de 65 hectáreas en la próxima campaña deberán pagar un canon a las semilleras

Los productores que siembren más de 65 hectáreas de soja o trigo a partir de la campaña 2005/2006 deberán pagar regalías extendidas a las empresas semilleras. Así lo definió el secretario de Agricultura, Miguel Campos, en el proyecto de modificación a la ley de semillas que presentó ayer a las entidades del sector agropecuario y de la industria proveedora.

El proyecto será elevado ahora al ministro de Economía, Roberto Lavagna, quien evaluará si le dará curso a través de un decreto de necesidad y urgencia o a través del Congreso. Con este anuncio, el gobierno pretende terminar con una histórica pelea entre los obtentores y las entidades de producción por el cobro de la tecnología incorporada en las variedades de semillas; acotar el comercio ilegal y cerrar las puertas a la intención de la empresa Monsanto, propietaria del gen de resistencia a glifosato que está presente en más del 90% de la soja que se siembra en el país, de cobrar un derecho de patente sobre las exportaciones argentinas de la oleaginosa.

A pesar de que las empresas semilleras y las entidades de la producción habían suscripto en diciembre pasado un acta-compromiso para reformar la ley de semillas, Monsanto insistió con su reclamo de cobrar un derecho de exportación de la soja transgénica, como lo hace en Brasil, a partir del 1º de marzo. Así lo comenzó a comunicar, incluso, a los exportadores. Si bien sus directivos no opinaron sobre la propuesta presentada por Campos ayer, la misma no contempla las exigencias que Monsanto planteó contra el acuerdo de diciembre: que las regalías comiencen a cobrarse sobre la actual cosecha de soja y que se permita cobrar sobre el producto de la semilla.

De todos modos, voceros de la Sagpya indicaron que la intención es que el sistema esté operativo antes de marzo, para la compra de semilla que se utilizará en el próximo ciclo. Productores y semilleros podrán acordar cuándo se pagará el canon.

Campos explicó que el nuevo proyecto apunta a modificar los artículos 22 y 27 de la ley 20.247 de semillas. El principal cambio pasa por la convalidación de la llamada regalía extendida, que le permite a los obtentores de variedades cobrar, además del precio de venta de la bolsa, un canon cada vez que el productor vuelve a sembrar el producto de esa semilla. En los hechos, las empresas de insumos están aplicando dificultosamente ese sistema, con alícuotas que llegan hasta 3 dólares por bolsa.

La modificación propuesta acota los alcances del derecho de uso propio gratuito, que le permite al productor reservar semilla para su propia siembra, al introducir la figura del derecho al uso propio oneroso.

Así, desde la próxima campaña sólo podrán resembrar soja y trigo sin pagar regalías los productores que implanten hasta 65 hectáreas. El resto pagará un canon que no podrá superar el 70% del valor de la regalía que se paga con la bolsa para la primera multiplicación. El agricultor que se encuadre dentro de esta opción deberá acreditar la compra de semilla legal y podrá resembrar hasta 3 años. Luego, deberá comprar nuevamente la bolsa.

Esta división entre derecho de uso propio oneroso y gratuito fue objetada por la Federación Agraria Argentina (FAA), que apeló al presidente Néstor Kirchner para que modifique ese punto de la propuesta. El uso propio reconocido en la actual legislación de semillas es "una facultad ancestral", dijo la entidad.

Campos argumentó que el límite de 65 hectáreas exime de pagar regalías extendidas al 65% de los productores de soja, "es decir el 14,5% de la producción total". Pero Pablo Orsollini, vicepresidente de FAA, se mostró sorprendido por los números que maneja Agricultura. "La mayoría siembra más que eso", dijo y, en todo caso, advirtió que "esto le abre las puertas a la pretensión de cobrar regalías extendidas en otras especies autógamas".


Plazos limitados
El proyecto de Campos limita además a siete años el plazo para el cobro de ese canon por parte de los obtentores, contra la demanda de la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA), que pretendía un plazo más largo. La norma obliga también a las empresas desagregar en la factura el monto por regalías que se incluye en el precio de la bolsa. Los productores deberán presentar anualmente ante el Inase una declaración jurada obligatoria con datos de la siembra. El proyecto eleva las multas por el uso de la llamada bolsa blanca a cinco veces el valor de la variedad en cuestión, multiplicada por las hectáreas no declaradas o falseadas. La búsqueda de un nuevo sistema de comercialización de semillas parte de un diagnóstico según el cual sólo el 20% de las semillas de soja y trigo que se venden en el mercado son certificadas.

El secretario de Agricultura presentó el proyecto.