Sin perdón. El gobernador dijo que la empresa debería pedir disculpas a los santafesinos por el maltrato

Obeid acusó a Aguas Provinciales de "atentar contra la salud pública"

La provincia se alineó con la Nación en su disputa con la concesionaria por las incumplidas obras cloacales

Rodolfo Montes / La Capital

El gobernador Jorge Obeid amenazó ayer a la empresa Aguas Provinciales de Santa Fe con acusarla de "atentar contra la salud pública" si no concreta las obras cloacales que le corresponden por contrato y dijo que la firma debería "pedir perdón" a los santafesinos por el "maltrato de los últimos 10 años". Así, Obeid se alineó ayer con el gobierno nacional en la áspera e incierta negociación que éste lleva adelante con el grupo multinacional francés Suez, socio mayoritario de las empresas Aguas Argentinas y Aguas Provinciales de Santa Fe. "La provincia exigirá a la firma que entregue toda la documentación que necesitamos para iniciar las obras de cloacas en Rosario, Santa Fe y Rafaela", avisó Obeid. La compañía de capitales franceses se opone a que el Estado realice las obras de ampliación de las redes que en su momento ella misma incumplió. La estrategia del Ejecutivo nacional en esta nueva etapa de negociación, a la que se sumó el provincial, es forzar el inicio de esas obras.

El gobernador mantuvo ayer por la tarde una hora larga de reunión con el ministro de Planificación nacional, Julio De Vido, para coordinar una estrategia común en la durísima negociación con el concesionario del servicio público más elemental para la mayoría de los argentinos: el agua.

"Las inversiones no se hicieron, la prestación del servicio es mala, así que ni hablar de un aumento de tarifas", resumió Obeid en diálogo con La Capital.


No dar pasos en falso
Por ahora no se habla de rescindir los contratos. Nadie quiere dar un paso en caliente que termine siendo un paso en falso. Y al respecto Obeid recordó ayer una frase que dijeron "empleados locales" del grupo Suez ante funcionarios de la provincia: "Si no les gusta pueden echarnos". Esa fue la respuesta del director general de Aguas Provinciales, Alberto Gregorini, al gobernador cuando semanas atrás el mandatario provincial había considerado que la firma chantajeaba al gobierno con un aumento de tarifas.

Por eso, en sintonía con la cautela que pretende mantener la Nación, el gobernador prometió andar "con mucho cuidado, siempre en el marco de la ley y evitando actuar emocionalmente".

La rescisión unilateral podría significar "pisar el palito y comprarnos un megajuicio de acá a 10 años", advirtió el gobernador. Sin embargo, si la "piedra en el zapato" de la que habló el jefe del Estado francés, Jacques Chirac, con el presidente Néstor Kirchner en la reciente visita del patagónico a París termina por quebrar el desangelado vínculo de más de 10 años de prestación de servicios, Obeid se sumará automáticamente a la decisión de la Casa Rosada.

Para ajustar en tiempo real una estrategia común de negociación (la Nación con Aguas Argentinas y la provincia de Santa Fe ante Aguas Provinciales) De Vido designó como nexo a un director del Ente Regulador del Agua (Etoss), Carlos Vila.

"La creación del ente del agua, la realización de obras y la marcha de la relación contractual con la empresa son etapas que trataremos de ir coordinando con el gobierno nacional", anunció Obeid desde el piso once del Ministerio de Economía.

Sin achicarse ante la pelea de fondo que se viene contra el Grupo Suez, Obeid descartó cualquier forma de perdón para con Aguas Provinciales, por las inversiones que la empresa incumplió a lo largo de una década de control sobre el servicio. "El único perdón que imagino es el de la empresa para con los santafesinos por el maltrato de estos diez años", disparó el gobernador.

Además de la posibilidad de una rescisión, que por ahora quedó en stand-by, el gobierno provincial ya había anunciado hace dos semanas que tomaría a su cargo la extensión de la red de cloacas en las ciudades de Rosario (donde el 30 por ciento de los habitantes no las poseen), Santa Fe y Rafaela.

Al formular ese anuncio, el ministro coordinador Julio Barberis también dejó claro que la inversión para las obras correría a cargo del Estado provincial (a través de un fondo fiduciario), pero sería luego "cargada" a la concesionaria del servicio en el marco de la renegociación contractual.

Según fundamentó entonces Barberis, a esa decisión no se llegó meramente por una cuestión de principios, sino por la convicción de se trata de una necesidad "fundamental desde el punto de vista sanitario".

Justamente, ese fue el aspecto sobre el que más cargó ayer Obeid contra Aguas Provinciales. Después del encuentro con De Vido, y pese a la cautela que él mismo había proclamado poco antes, el gobernador amenazó a la firma con denunciarla por "atentar contra la salud pública".

Es que la realidad es elocuente: en muchos barrios rosarinos, la escasez de agua (que se vuelve insoportable durante el verano) y la acumulación de desechos dentro y fuera de las cunetas durante días son un cóctel explosivo y exponen a la población a riesgos sanitarios permanentes.

Obeid se reunió ayer con De Vido.