| domingo, 23 de enero de 2005 | Más que un caso testigo Más allá de la falta de infraestructura y presupuesto y su consiguiente impacto negativo en el sistema carcelario, el caso de José Salías tuvo todas las irregularidades posibles, muchas de ellas difíciles de explicar. De alguna manera fue el propio reo, de 34 años y condenado a 12 en 1999 por dos violaciones y un intento, quien atrajo todas las miradas sobre este tema.
Salías había sido a la comisaría 17ª desde una cárcel donde tenía problemas de convivencia. En esta seccional, en vez de trastornos, habría gozado de una suerte de benéfico régimen de salidas. Algunos vecinos lo recuerdan por eso, pero ninguna tanto como una chica de 18 años que denunció que ese hombre había intentado violarla el día de Año Nuevo. Era Salías, el mismo a quien dos días después vería entrar en la comisaría como si de su lugar de trabajo se tratara. Por el hecho fue relevada la cúpula de la 17ª. enviar nota por e-mail | | |