| domingo, 23 de enero de 2005 | Una carrera edificada en base a sacrificio Maidana la peleó bien de abajo. Nadie le regaló nada. De hecho arrancó jugando en el ascenso, donde fue armando su carrera en base a sacrificio hasta conseguir una oportunidad de ser de primera. "Me fue muy difícil llegar a primera, por eso lo que tengo ahora lo valoro", sostuvo el defensor que se crió en un barrio humilde de Temperley.
Sus primeros pasos los dio en la Primera B vistiendo la casaca de All Boys, club con el que obtuvo un título. Después, a los 24 años, pasó a Gimnasia y Tiro de Salta e Instituto, ambos en la B Nacional, hasta que le llegó la chance de estar en el fútbol mayor cuando Talleres lo compró. De ahí emigró a Racing, pasó por Livingston de Escocia, regresó a la T hasta luego recalar en el Parque.
Julián hace memoria y de su juventud contó que "estaba revelado con el tema del estudio. Mis viejos son apicultores, vendieron la casa que tenían y se fueron a General Villegas. Entonces tenía que decidirme por irme con ellos o quedarme. Opté por lo segundo", sostuvo. Y agregó: "Me quedé en una pensión solo y todo se me hizo complicado, por eso ahora valoro todo. Jugar en primera es un orgullo y lo tomo con responsabilidad, porque no me fue fácil llegar".
-Tus viejos te dieron a elegir, o las abejas o el fútbol.
-Sí, algo así. O venís a laburar o te quedás. No, en serio, también laburé. En las vacaciones me iba a Villegas para trabajar con la miel.
-¿Siempre pensaste en llegar?
-Tuve como meta jugar al fútbol, no por el dinero sino porque me gusta. No pensaba en ser jugador e ir afuera para ganar dinero. Me crié en un barrio humilde y siempre mi objetivo fue tratar de jugar al fútbol, porque es una pasión para mí. Cuando no sienta eso no jugaré más profesionalmente. enviar nota por e-mail | | Fotos | | "Tuve como meta jugar porque me gusta, no por dinero". | | |