| domingo, 23 de enero de 2005 | Fuera de foco Hugo Grosso: "Busco emocionar al público" El cineasta dijo que "A cada lado" muestra una metáfora sobre los encuentros -¿Qué relevancia tiene el puente Rosario-Victoria en "A cada lado"?
-Es una metáfora de cruces y encuentros, una reflexión sobre personas que pasan a cada lado del puente, que no se vio nunca y que de pronto termina relacionándose. También es una reflexión sobre el progreso, de una gran obra al lado de un montón de gente que no tiene para comer.
-¿En qué etapa está el rodaje?
-Ahora le vamos a dar duro a la parte de la ficción hasta fines de marzo. Estamos buscando algunos actores en Victoria, pero el elenco está definido y lo forman Luis Machín, Héctor Bidonde, Mónica Galán, Julián Knab, Juan Pablo Geretto, Mónica Alfonso, Miguel Franchi, Beto Moyano y Milagros Alarcón.
-¿Cómo fue el proceso que terminó en este largometraje?
-El guión ganó un concurso en el Global Films de Nueva York. Eso significó un premio de 20 mil dólares y también obtuvimos un subsidio. A los actores les planteamos que no les podemos pagar más que lo que fija la Asociación Argentinas de Actores. En ese sentido el laburo que estamos haciendo está lejos del cartón pintado y de ese mundillo de los eventos porteños.
-¿Cómo es trabajar en cine en Rosario?
-Técnicamente hay gente muy sólida y comprometida. Es posible hacer cine en Rosario, y hacer un buen producto. Falta que la industria se consolide, que haya trabajo constante y que la gente entienda que uno está haciendo una película y no jugando. Hay un prejuicio que aparece cuando te preguntan qué hacés. Si decís que sos cineasta te dicen, "bueno, está bien, pero de qué trabajás". A veces no hay conciencia de qué significa hacer cine.
-¿Cuáles son los riesgos?
-En parte es mi inseguridad, poder vencer el temor a hacerlo. Truffaut dijo que la primera película de un director es recién su quinto largo. Uno logra un estilo afianzando en las búsquedas. También cuenta que en Argentina quien se recupera de una película le tiene que ir muy bien para pensar en un segundo trabajo. Así pasó con Lucrecia Martel y "La ciénaga" que le fue brillante y con "La niña santa" le está costando.
-¿Todavía existen los prejuicios sobre el cine argentino?
-El cine argentino tiene elementos para competir. Es una cuestión muy argentina valorar lo nuestro a partir de que es premiado. El cine es una experimentación, un juego y también un negocio. No creo en la disyuntiva entre arte y negocio, pero también creo que "El hijo de la novia" estaba pensado para ser un buen negocio desde el principio, y eso también está bien.
-¿Cuáles son tus expectativas con la película?
-Tengo expectativas de hacer una película para contar cosas que me interesan, sin que por eso se transforme en un delirio personal, o sea que filme para ahorrarme al psicoanalista. La idea es conseguir la emoción del público, que participe de un hecho artístico. Hay cosas que no se miden. A mi como cineasta me interesa que el espectador vaya a ver cine y no sólo a que le cuenten una historia. enviar nota por e-mail | | Fotos | | Para el director, "En Rosario se pueden hacer buenos productos". | | |