| miércoles, 19 de enero de 2005 | Un camino que parece un laberinto A La Escoba no llega el que quiere sino el que conoce. Transitando la ruta nacional 18, como quien va para Pergamino, a 84 kilómetros de Rosario a la altura del poblado Socorro se abre un camino rural que conduce a Gelly, el último pueblo de Santa Fe, "justo en el taco de la bota", como dijo un parroquiano mientras tomaba un porrón en el pequeño pueblo. Desde este caserío, a unos 40 kilómetros de Pergamino, hay que transitar 6 kilómetros de tierra y animales sueltos hasta llegar a la tranquera de La Escoba. Antes hay que cruzar "el puente de fierro" para sortear el arroyo del Medio. A partir de ahí, un kilómetro entre el sembradío de soja y maíz para llegar a un pequeño monte. Detrás de ese enjambre de árboles y maleza está el casco de la estancia de 400 hectáreas. Una casa grande en el centro, con seis habitaciones para huéspedes y dos casas satélites, una de ellas la de los caseros, son la parte urbana de la estancia que se completa con una cancha de polo, una pequeña pileta de natación y una inmensidad de verde que hace pensar en el paraíso. enviar nota por e-mail | | |