| miércoles, 19 de enero de 2005 | Liberan al obispo secuestrado en Irak sin haber pagado rescate Mosul. - El obispo católico que el lunes fue tomado como rehén en Irak fue liberado, informaron ayer fuentes religiosas en la zona de Mosul, donde fue secuestrado. Según reportó la agencia de misioneros católicos Misna, el prelado ya está de regreso en casa, al tiempo que subrayó que no se ha pagado rescate alguno.
Los terroristas que el lunes tomaron como rehén al obispo católico Basile Georges Casmoussa, raptado en la convulsionada zona de Mosul, en el norte de Irak, habían exigido el pago de un rescate de 200.000 dólares, según había informado con anterioridad Misna.
Los secuestradores permitieron que el obispo se comunicara por teléfono con el vicario general de su diócesis. Casmoussa, de 66 años, es el jefe de la Iglesia sirio-católica en Irak, vinculada a la Iglesia católico-romana.
Cierre de fronteras En tanto, las autoridades iraquíes anunciaron ayer que durante las elecciones del 30 de enero cerrarán las fronteras nacionales, ampliarán un toque de queda durante la noche y restringirán movimientos dentro del país para proteger a votantes, al proseguir la ola de violencia por parte de los insurgentes.
Los atentados continuaron ayer, cuando un atacante suicida hizo detonar un automóvil cargado de explosivos contra las oficinas en Bagdad del Consejo Supremo de la Revolución Islámica en Irak, uno de los principales partidos shiítas, que tiene estrechos vínculos con Irán y ha sido uno de los blancos de ataques de los insurgentes sunitas. El ejército de EEUU informó que el atacante y otras tres personas murieron.
En un video difundido ayer por la televisión árabe, fueron presentados ocho trabajadores chinos secuestrados por insurgentes. Los hombres eran empleados por una empresa de construcción que trabaja para el ejército de EEUU.
La Comisión Electoral Independiente de Irak anunció ayer que las fronteras del país serán cerradas desde el 29 hasta el 31 de enero, excepto para fieles musulmanes que retornen de Arabia Saudita tras su peregrinaje a La Meca.
También ayer, el ministro del Interior, Falah Hassan al-Naquib, quien es sunita, advirtió que si sus correligionarios ceden ante las amenazas de los rebeldes y no participan en las elecciones, habrá una guerra civil. (DPA y AP) enviar nota por e-mail | | |