| miércoles, 19 de enero de 2005 | Pirotecnia y accidentes Seguramente la persona que estaba festejando fin de año en las inmediaciones de Mendoza y Moreno ignora las consecuencias de su diversión. El 1º de enero, a las 2 de la mañana, cayó sobre un techo de vidrio que cubre el patio de mi casa un petardo que provocó la rotura del mismo y su desprendimiento. Precisamente ese lugar es donde habitualmente estamos reunidos, aunque por fortuna no tenemos que lamentar daños físicos. Al hacer la reposición del mismo el operario sufrió un accidente de cierta gravedad que mereció asistencia médica en forma inmediata. Es importante reflexionar que la diversión de una persona puede provocar una desgracia familiar.
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