| miércoles, 05 de enero de 2005 | El mal hábito de vender tierras ajenas En Parque Casas también hubo gente que compró parcelas a un ingeniero procesado por lotear un terreno de barrio Belgrano. Su legítimo propietario murió hace 144 años y nunca se concretó el trámite de sucesión María Laura Cicerchia / La Capital Tras el procesamiento de un ingeniero civil por estafar con la venta de terrenos ajenos a 30 familias de barrio Belgrano, hecho del que diera cuenta La Capital el domingo 26 de diciembre del año pasado, nuevas víctimas de ese accionar delictivo surgieron en otro extremo de la ciudad: 28 vecinos de Parque Casas, en la zona noroeste, manifestaron su preocupación por las condiciones en las que se encuentran sus tierras, adquiridas desde 1997 a la fecha. Ellos también pagaron sumas que van de los 4 mil a los 8 mil pesos y luego edificaron, aunque la mayoría no obtuvo el boleto de compraventa. En este marco se reactivarán denuncias judiciales oportunamente realizadas sin éxito en los últimos años.
Los últimos días de 2004 el juez de Instrucción Jorge Eldo Juárez procesó a Luciano Casimiro Screpanti, de 77 años, por estafar a 30 familias a las que les vendió terrenos de barrio Belgrano que no le pertenecían. Días más tarde, 11 vecinos de la zona de Avalos y Baigorria, y otros 17 que viven a unas cinco cuadras de allí, reaccionaron tras enterarse que el vendedor de sus terrenos es el mismo que fue enviado a juicio por venta irregular de lotes.
Concretamente, Screpanti está acusado de vender en cuotas tierras que se encontraban en trámite sucesorio y cuyos verdaderos dueños no hacían un control efectivo de las mismas o llevaban años sin pagar los impuestos. Pero al presentarse ante los compradores, según la acusación, el ingeniero lo hacía como propietario de las mismas.
En el caso de la zona norte al parecer habría otras personas involucradas en la maniobra, según anticipó la abogada de los vecinos, Stella Grassi. A la mayoría de ellos no les entregaron boleto de compraventa por los lotes adquiridos. Algunos ya habían asentado en 2000 una denuncia judicial por el fraude. Otros sospecharon al enterarse por este diario del procesamiento de Screpanti.
Los vecinos de Parque Casas comenzaron a pagar por los terrenos en 1997. Una mujer, por ejemplo, pagó 450 pesos de contado más 27 cuotas de 140 pesos (4.250 en total) por la tierra sobre la que levantó su casa. Otro hombre abonó 60 cuotas de 140 pesos (8.400 pesos). "Ni bien nos atrasábamos con una cuota ya nos estaba mandando cartas documento", señaló la mujer ante la abogada Grassi, quien además tramitó la denuncia de los damnificados de barrio Belgrano. Precisamente, la letrada anticipó que reflotará viejas denuncias presentadas por estos perjudicados en 1997, 1998 y 1999.
Mensuras muy caras Tal como reflejara La Capital, en barrio Belgrano ocurrió lo mismo con unas 30 familias, aunque sólo diez radicaron la denuncia penal. Cuando quisieron obtener el boleto de compraventa, según relataron, advirtieron que se trataba de un engaño. Los terrenos en cuestión son tres mitades de manzana que confluyen en la esquina de La Paz y Campbell. Los vecinos adquirieron las tierras sin buscar asesoramiento previo. Por cada cuota, Screpanti les entregaba recibos en los que a veces consignaba que el pago era por lotes de tierra.
Esa documentación fue clave para que se procesara al ingeniero, quien alegó ante el juez que sólo había realizado tareas como agrimensor. Pero para Juárez los montos cobrados superan ampliamente lo que cuesta un trabajo de mensura. Por eso evaluó que Screpanti cometió una estafa al vender como propias esas tierras sin tener poder de venta, representación a su cargo ni titularidad.
Esos lotes figuran a nombre de Ramón Guerín, quien falleció en 1860, pero nunca se realizó la declaratoria de herederos. Los vecinos piensan pedirle a la provincia que los dejen escriturar. O esperar 20 años para realizar un trámite de usucapión, con lo cual obtendrían el dominio si demuestran haber pagado impuestos durante ese período. enviar nota por e-mail | | Fotos | | El primer grupo de damnificados. | | |