Esta noche los chicos pondrán sus zapatitos para los Reyes

Con renovada ilusión, miles de chicos juntarán hoy pasto y pondrán agua en un fuentón para los camellos de los Reyes Magos. También dejarán sus zapatillas o zapatos en la ventana o al lado de la cama, con la esperanza de encontrar un regalito al despertarse. Y mañana, 6 de enero, los fieles católicos -tanto romanos como ortodoxos- y anglicanos celebrarán la Epifanía o Día de Reyes. Una festividad que para las iglesias orientales tiene su origen en el aniversario del bautismo de Cristo y para Roma en su revelación a los gentiles como el Salvador. De cualquier forma, también una celebración que en los primeros siglos del cristianismo tuvo mayor importancia que la Navidad.

La tradición fija como el día de la Adoración de los Reyes Magos al 6 de enero. Es en un pasaje del Evangelio de San Mateo (no de los otros) donde se hace la primera referencia a estos "magos de Oriente", que después de nacer Jesús marcharon a conocerlo diciendo que una estrella les había anunciado la llegada del Mesías. Llevaban para el niño incienso, mirra y oro.

Con el paso de los siglos (desde el VII) los Reyes ganaron nombre: Melchor, Gaspar y Baltasar. El primero representado como un anciano de poblada barba blanca, el segundo como un joven lampiño y blanco, y el último de raza negra y barba también espesa.

Al margen de la cita evangélica, se cree que estos personajes no fueron exactamente reyes ni magos, sino miembros de una tribu que cumplía funciones sacerdotales en Persia, Babilonia y Asiria, y que eran versados en teología y astrología.

Lo cierto es que, desentendidos de las discusiones entre historiadores y creyentes, los chicos esperarán esta noche a los Reyes Magos. Antes de irse a la cama juntarán un poco de pasto (aunque sea de la casa del vecino) y pondrán agua en un fuentón. Después dejarán sus zapatitos bien a la vista, por si los Reyes están apurados. Y cuando los nenes duerman, los tres magos pasarán con sus camellos dejando regalos.