| miércoles, 05 de enero de 2005 | Doctor en educación y en psicología social Edgardo De Vincenzi: "El que no se educa para ser creativo es discapacitado social" El experto propone definir un nuevo perfil de hombre "de aquí a dos generaciones" Educar sobre los valores y educar para la creatividad. Tales consignas surgen recurrentes de boca de Edgardo Néstor De Vincenzi, asesor general del Grupo Educativo VanEduc y rector de la Universidad Abierta Interamericana (UAI), quien entre otros títulos exhibe el de doctor en psicología social y doctor en educación. En diálogo con La Capital, habló de la crisis educativa local, la responsabilidad de la clase política, propuso "definir un nuevo perfil de hombre argentino para trabajar de aquí a dos generaciones", y advirtió: "El que no se educa para ser creativo es un discapacitado social".
De Vincenzi es un convencido de que el subdesarrollo no es político ni económico, sino educativo. "Quien está educado consigue un desarrollo económico y social; al revés, no", asegura, para graficar: "A veces creemos que porque alguien tiene dos o tres doctorados está educado. Yo digo que mi abuelo analfabeto estaba educado y quizás un premio Nobel puede no estarlo más allá de haber encontrado una metodología científica".
A su juicio, la educación es lo que hace al hombre persona, porque con ella satisface la alimentación, la salud, el hábitat y el trabajo. "Que la educación asegure la totalidad de la convocatoria de una Nación es vital, pero tampoco alcanza si no permite que el hombre encuentre esa dignidad que lo define como persona -dijo-. Y mientras tanto eso ocurra nuestra tarea será inconclusa. Por eso es un deber social solidario el educar y educarse permanentemente".
-¿La educación de todos es entonces una inversión de quienes ya acceden a ella?
-Por supuesto. Inversión que se paga en compromiso más que en dinero. Porque la realidad de la educación no pasa por la remuneración, sino por la calidad de los docentes, que a su vez habla de la mala calidad de los políticos.
-¿Por qué esa comparación?
-La política es la ciencia más importante en una sociedad democrática pero los políticos no están a la altura de lo que merece el ejercicio de esa ciencia. Los legisladores han mediocrizado, desjerarquizado la calidad de la educación. Se niveló para abajo y los ciudadanos se convierten en ovejas conducidas como rebaño. Si hicieran gente reflexiva, que interpreta lo que lee, ve, escucha y toca, que además de interpretar la realidad pudiera ser crítica, superadora de esa realidad y creativa, seguramente la gente dejaría de ser instrumento.
-Hablamos entonces del sistema educativo instrumentado desde el Estado...
-Sí, desde el Estado, pero sobre la base de la educación de los valores. Por eso hablo de mi abuelo analfabeto, que era educado porque tenía valores. Sobre ellos construyamos la ciencia, porque construirla sobre los disvalores es como hacer un edificio sobre arena movediza. Y eso fue la historia argentina de los últimos 50 años. Los que nos dirigieron no estaban educados. Mi abuelo era analfabeto y sí lo estaba. Mientras no tengamos claro qué es la educación, vamos a improvisar.
Luego reflexionó sobre educación e información. Al respecto, aclaró: "Cuando alguien mide la educación en términos de información, de conocimiento científico, se equivoca. En educación los valores son tan importantes como el orden", opinó.
-¿Cómo califica entonces la formación y la educación de un individuo?
-Por los resultados, que están a la vista. Están en crisis el amor, la voluntad, la perseverancia, el espíritu de sacrificio, la solidaridad y por sobre todo la creatividad, que es lo único que no es genético ni fruto de una inyección endovenosa.
-¿Qué cambios educativos concretos podrían hoy propender a esto que usted propone?
-Primero tenemos que definir qué perfil de hombre queremos en la Argentina para trabajar de acá a dos generaciones. Porque el mal que se ha hecho en este país es irreversible generacionalmente. Hay que remontar la falta de educación y el facilismo de cobrar sin trabajar, que se ha instalado como endemia.
-Se habla de una brecha social y formativa cada vez mayor entre quienes acceden a nuevas tecnologías y los que no...
-No, la brecha es axiológica, son los valores. La computación, la informática es un medio, verla como un fin es un error. Ni la computadora ni la informática pueden desarrollar mi pensamiento creativo. La máquina no se equivoca nunca, y nos reemplaza si no estamos educados, si sólo sabemos repetir. El que no se educa para ser creativo es un discapacitado social. La sociedad no premia al que repite, sino al que crea. No se trata sólo de saber la ciencia, sino de superarla. Y la máquina en algún punto es mala porque idiotiza. enviar nota por e-mail | | Fotos | | De Vicenzi sugiere educar en los valores. | | |