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 viernes, 31 de diciembre de 2004  
China dispuesta a utilizar las armas si Taiwán se independiza
Aprobó una ley antiseparatista que le permite la invasión militar. La tensión política aumenta en la región

Andreas Landwehr

Pekín. - China y Taiwán se encuentran en un peligroso curso de confrontación. La nueva ley antiseparatista de Pekín obliga a China a una invasión militar en caso de que Taiwán declare formalmente su independencia. El Comité Permanente del Congreso del Pueblo consideró que la ley era "extremadamente necesaria", y las condiciones para su aprobación "maduras". Y en su reunión anual en marzo, el Congreso del Pueblo la sancionará definitivamente.

A partir de allí, los líderes comunistas tendrán la posibilidad de apelar a "principios del Estado de Derecho" si deciden atacar Taiwán, la isla a la que consideran una provincia separatista de China continental.

"Una ley antiseparatista es mejor que un millón de soldados", estimó Luo Yuan, investigador de la Academia China de Ciencias Militares. La voluntad de la mayoría de los chinos es superior a la de una minoría en Taiwán, aseguró el alto oficial, dando muestras de una vocación democrática inusual en su país.

Al mismo tiempo, Pekín elaboró un libro blanco de defensa que también supera los enfrentamientos verbales que caracterizaron hasta ahora las relaciones con Taiwán. El nuevo presidente del país y del Partido Comunista, Hu Jintao, que tomó las riendas de las fuerzas militares chinas en septiembre, quiso así mostrarse como un decidido líder marcial.

El documento acusa al presidente taiwanés, Chen Shui-bian, de una "clara escalada" de las actividades independentistas. Sus planes para introducir una nueva Constitución y un plebiscito en el año 2006 son considerados por Pekín como pasos previos a la proclamación de la independencia.

El gobierno libremente elegido de la isla y las fuerzas independentistas de Taiwán son descritos en el libro blanco como el "máximo peligro inmediato" para la paz en la región. Sin embargo, es China quien amenaza intermitentemente con una guerra mientras fortalece su Marina y su Fuerza Aérea, además de estacionar en sus costas 600 misiles.


EEUU toma distancia
Estados Unidos tomó distancia de la posición china apenas conoció la ley antiseparatista. "Es tiempo de concentrarse en el diálogo, en lugar de endurecer posiciones", señaló el portavoz del Departamento de Estado, Richard Boucher. "Ninguna de las dos partes debería hacer nada por modificar el statu quo".

El subsecretario de Estado Richard Armitage ve a Taiwán como un problema explosivo para su país. "Según la ley sobre relaciones con Taiwán, estamos obligados a mantener suficientes tropas en el Pacífico como para evitar un ataque. No estamos obligados a la defensa", explicó. Es el Congreso estadounidense quien debe decidir si el país entra en una guerra, afirmó en una entrevista.

La contraparte china de la ley estadounidense sobre las relaciones con Taiwán, que permite el envío de armas norteamericanas a la isla, es precisamente la ley antiseparatista. "Para Taiwán, esto representa una modificación unilateral del statu quo", afirmó Joseph Wu, presidente del Consejo para los Asuntos de China Continental en Taipei.

La ley china, "una innecesaria escalada de las tensiones", puede demostrar ser "explosiva", agregó. Pero China, que teme una grave crisis con Taiwán antes de los Juegos Olímpicos que albergará en 2008, no parece interesada en el statu quo ni en el diálogo. Según el diario Taipei Times, Pekín ha reconocido "que la intimidación funciona". (DPA)
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China teme una crisis con Taiwán antes de los Juegos Olímpicos que recibe en 2008.

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