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 viernes, 31 de diciembre de 2004  
El ejército de EEUU no alcanza a controlar la insurgencia sunita en Irak
Su moderna estructura militar no puede con un levantamiento de origen nacionalista y religioso

Bagdad. - Primero enviaron en avanzada a dos atacantes suicidas. Luego, 50 hombres armados con lanzagranadas y fusiles Kalashnikov asaltaron un puesto militar estadounidense en el oeste de Mosul. Los soldados estadounidenses se vieron casi desbordados, por lo que pidieron apoyo aéreo. Los aviones y sus bombas finalmente frenaron a los insurgentes, de los cuales 25 murieron en el campo de batalla. Los aliados registraron entre sus filas un muerto y 14 heridos.

El balance numérico de los combates del miércoles tiene poco valor informativo. Es una guerra asimétrica. La superpotencia Estados Unidos con sus "inteligentes" misiles de largo alcance y estructuras de mando comunicadas por computadoras se enfrenta en las regiones centrales sunitas en Irak con un levantamiento motivado por el nacionalismo y la religión.

Este parece disponer de un reservorio casi inagotable de combatientes dispuestos a entregar su vida. Y también de una aparentemente interminable reserva de armas de guerra simples, como Kalashnikovs, granadas y explosivos de los apenas custodiados gigantescos arsenales del derrocado régimen de Saddam Hussein.

La motivación de los rebeldes parece simple. "Luchamos contra los estadounidenses, porque son infieles y combaten el Islam", dijo uno de ellos.

En la lucha contra el odiado enemigo se utiliza todo lo que está al alcance: terror puro para desestabilizar el gobierno de transición instalado por Estados Unidos, bombas caseras, tácticas guerrilleras, secuestros.Bases enemigas presuntamente seguras son infiltradas. Y victorias tácticas de los estadounidenses son seguidas por desagradables pérdidas en otros sitios.

Falluya no fue definitivamente conquistada. Los ataques suicidas y el sangriento terror para desestabilizar el orden no terminaron tras la ofensiva.

Expertos militares estadounidenses, como Anthony Cordesman del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington, objetan que la dirigencia norteamericana ignora la realidad y el carácter del levantamiento sunita en Irak.


Subestimaron la resistencia
Durante largo tiempo, la resistencia armada fue subestimada en declaraciones oficiales como la última rebelión de "antiguos elementos del régimen" o "combatientes extranjeros" importados, señala.

Aún en la actualidad, los insurgentes son calificados difusamente de "fuerzas anti-iraquíes". Según Cordesmann, detrás de todo esto se encuentra "el fracaso estadounidense para comprender la verdadera magnitud de la amenaza rebelde".

"El manejo claro de los hechos es negado de un manera tal, que recuerda a Vietnam", escribió el experto. Sobre las consecuencias de esta postura, las opiniones difieren. Cordesmann está a favor de una radical corrección del curso. Pero si EEUU podrá ganar aún esta "guerra tras la guerra", es algo de lo que Cordesman no está ya seguro.

En tanto, otras 15 personas murieron desde ayer en ataques al norte de Bagdad. Cuatro soldados iraquíes cayeron en una emboscada de la resistencia en Baquba y otro soldado fue abatido en Samarra, mientras que un policía fue asesinado en la capital. Las nueve víctimas restantes eran todos civiles. (DPA y Télam)
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Un niño mira entre las ruinas de un edificio en Mosul. Terror puro en la zona que busca desestabilizar el gobierno interino.

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