 | viernes, 31 de diciembre de 2004 | Después de dos semanas, la Municipalidad levantó la clausura del comercio El dueño de La Rosa niega que en el local se practicaran relaciones sexuales "Alrededor de los negocios de la noche hay muchas sospechas pero son sólo un mito", sostuvo Juan Cabrera No permite que le tomen fotos. A regañadientes acepta la entrevista sin la presencia de su abogado, José Luis Abichain Zuain. "Es que soy un tipo de perfil bajo", explica Juan Cabrera. Sin embargo su negocio, La Rosa Sexy Bar, lo puso en boca de todos. Más esta semana, después de que La Capital publicara que el local de Córdoba 3455 fue clausurado hace dos semanas cuando inspectores municipales descubrieron que existían "boxes" donde se ofrecían servicios sexuales. Asunto que podría merecer la apertura de una causa por proxenetismo en la Justicia provincial.
Sin embargo, Cabrera dice que el local funcionó siempre como un cabaret, que la chicas que trabajan allí nunca mantuvieron relaciones sexuales con los clientes y que los "boxes" en cuestión eran sólo reservados, donde la gente "podía ir a charlar".
-¿Entonces, por qué el municipio clausuró La Rosa?
-En realidad fue por tergiversación de rubro. Porque dentro de nuestro rubro tenemos reservados, como los viejos night clubs. Y como eso no estaba declarado al momento de la habilitación, entonces estaban fuera de reglamento. Ahora pusimos todo en orden, por eso podemos reabrir.
-¿Son reservados donde se pueden practicar relaciones sexuales?
-No. Son reservados como en los viejos night club.
-¿Cómo son?
-Bueno, son sillones un poco más altos, nada más. Y están aparte del resto de la gente para poder charlar y esas cosas.
-¿Dentro de La Rosa las chicas no tenían sexo con los clientes?
-No. Nosotros tenemos chicas que hacen shows y estamos habilitados para eso.
-Pero los inspectores municipales dicen que ahí sí se mantenían relaciones sexuales, y hay clientes que también describen eso...
-No. De ninguna manera. Eso no pasaba.
-Cuentan incluso que había una computadora donde se registraban las entradas de las chicas a esos boxes.
-La computadora, obviamente, registra el movimiento administrativo del local, como en cualquier minimarket. Yo tengo habilitación y tengo que estar en regla con la Municipalidad y la Afip. Tengo todo lo necesario para funcionar reglamentariamente, por eso está la computadora.
-La Justicia podría investigar el local por proxenetismo.
-No hay nada de eso.
-¿Cuánto hace que local está abierto?
-Y ... (piensa) desde el 2003. No sé bien que mes.
-¿Comienzos, mediados, fines?
-No me acuerdo. Desde que tiene habilitación.
-Algunos dicen que usted es el empresario más fuerte de la noche de Rosario. ¿Es así?
-Están totalmente equivocados. Soy el empresario que menos conoce la noche, porque no soy de la noche. Trabajo en la noche accidentalmente por una cuestión de necesidad imperiosa de seguir subsistiendo, porque tenía una fábrica de cuero y con el dólar alto no pude seguir trabajando. Empecé un rubro y me metí en otro, pero no porque conozca tanto ese rubro sino porque se dio. Fue una circunstancia casi fortuita. Yo conocí mucha gente con el negocio de la ropa y entonces me ofrecieron un local para poner La Rosa. Pero no conozco la noche ni la gente de la noche. Tengo perfil bajo. No figuro en la noche. No voy a los boliches. Ningún bolichero puede decir el dueño de La Rosa estuvo en mi local.
-¿Sin embargo La Rosa debe ser uno de los locales más exitosos en el negocio de la noche?
-Eso es un poco fortuito. Porque los boliches son así. La Rosa pegó porque atendemos bien a la gente somos muy respetuosos del público. El cliente que viene a La Rosa sabe que lo tratamos con respeto y con cariño.
-¿Quién es el cliente de La Rosa?
-Desde un tipo de 25 años a uno de 60, a quienes les gusta ver un buen show con chicas muy bellas, con coreografías, escenografías. No hacemos un mero streap-tease, siempre tenemos un mensaje.
-¿Cuál es el mensaje?
-No sé, por ejemplo hacemos un show en la sala de espera de un hospital, entonces damos un mensaje de calidez y esas cosas. No es un mero strep-tease.
-¿Es la primera vez que hay una inspección municipal en La Rosa?
-No. Son periódicas. Nunca tuvimos ningún problema.
-¿Por qué entonces esta vez sí terminó en una clausura?
-Porque habíamos hecho sin declarar en el plano original los reservados.
-¿No estaban desde el comienzo del bar?
-No. A nosotros nos habilitaron como corresponde.
-¿Es difícil trabajar en la noche?.
-No. Es como hacer notas o sacar fotos, hay que aprender, esmerarse para que te salga bien, progresar...
-¿Por qué entonces es tan sospechado el negocio. Siempre se comenta que hay coimas, protecciones, favores?
-Son mitos. Es un rubro que por ahí está medio como sospechado. Pero es un negocio como cualquier otro, como una fábrica de sillas o camperas. Al menos en mi caso. Yo tengo un solo boliche y eso es suficiente, a lo mejor si tuviera seis o siete, sería diferente.
-¿Solamente tiene La Rosa?
-Si, y ahora estoy con un proyecto de hacer algo diferente que no tiene nada que ver con el rubro cabaret.
-¿El bar Willie Dixon?
-Sí.
-¿No tiene además departamentos donde trabajan chicas?
-No. Son todas fantasías. Por ser de la noche hay todo tipo de mitos, pero las situaciones son análogas a las del día y de la tarde. Un tipo puede tener 20 supermercados y vos no sabés si todos están en regla. Pero nadie habla mal de los supermercadistas. En todos lados se cuecen habas. No sólo en la noche.
-¿Entonces en la noche sí se cuecen habas?
-Puede haber situaciones conflictivas, pero pueden ser las mismas que las de la tarde o las del día. No hay nada más. enviar nota por e-mail | | |