| miércoles, 29 de diciembre de 2004 | "El loco es un pesado" Sebastián Sucre fue el nombre que siempre resonó al hablar del asesinato de Rodrigo Mussa en el límite entre Empalme Graneros y barrio Larrea. En una extensa nota del domingo 14 de noviembre, La Capital lo citó como S.S., para no complicar la pesquisa. A Musa le dispararon a 50 metros de su casa, a la hora de la siesta, un viernes tres días después de la llegada de la primavera. Tenía 21 años, era hincha de Central y su abuela lo vio caer herido de muerte.
"Yo le daba changas para alejarlo de la mala junta", explicaba emocionado Carlos Obregón, el tío de Rodrigo que retomó la herrería para ayudarlo. La ejecución se consumó desde un Falcón gris que nunca apareció. "Ese auto antes era de otro color", contó uno de los muchachos del barrio haciendo esquina. "El loco es un zarpado que si te tiene que meter un tiro lo hace. Es un pesado que antes hacía bancos", contó otro chico. "El loco no puede volver a la zona sur. Allá tiene una muerte y lo están esperando", contó otro joven. Todos coinciden que en el auto iban tres personas. Dos muchachos y una chica. Aseguran que víctima y victimario se habían topado una semana antes en un cumpleaños de 15 en Empalme. Que de una riña verbal pasaron a los puños. "Sabés que sos vos -le habría dicho Sucre a Mussa cuando se venían las piñas- un gil laburante". Los separaron pero quedó espacio para una promesa: "Yo voy a ir y te la voy a poner", dijo quien también es conocido como Monguito. Una semana más tarde a Mussa lo enterraron en el cementerio de Granadero Baigorria. Y Sucre "se guardó". enviar nota por e-mail | | |