La polémica retrospectiva se reabre el domingo en Recoleta

La muestra de Ferrari pudo venir a Rosario, pero cambió el plan

Se había pensado en llevarla al Parque España y el Castagnino, pero el proyecto no prosperó. Niegan censura

La muestra retrospectiva de León Ferrari que tanta polémica e incidentes provocó en Buenos Aires luego de inaugurarse en el Centro Cultural Recoleta podría haber venido a Rosario si hubiera prosperado una conversación que esa institución porteña y el Centro Cultural Parque de España mantuvieron durante el año pasado. El plan era que la muestra, clausurada y reabierta por la Justicia, llegara a la ciudad tras su pasaje por el Recoleta y existía la posibilidad de que se exhibiera en forma conjunta en el Parque de España y el Museo Castagnino, pero nunca se llegó a una decisión. La pregunta es por qué. ¿Hubo censura? Los directores del Parque España y el Castagnino, Susana Dezorzi y Fernando Farina, lo niegan de forma tajante. "Sólo analizamos la posibilidad, pero entre otras cosas había que garantizar espónsores y evaluar bien todos los costos de traerla", afirmó Farina. Y Dezorzi, por su parte, dijo que se trató de "uno de los tantos proyectos que se barajan como posibles y que a veces, por razones prácticas o de otra índole, no se concretan".

En rigor, la retrospectiva fue clausurada por la Justicia el 18 de diciembre pasado, luego de que la agrupación católica Cristo Sacerdote interpusiera un amparo aduciendo que las obras ofendían sus sentimientos religiosos y violentaban la intimidad. Previo a la medida judicial, incluso, el cardenal Jorge Bergoglio la había condenado como "blasfema" y hubo más de un incidente, como el feroz ataque de otro grupo católico, cuyos miembros rompieron obras y terminaron presos.

Finalmente, y luego de que el gobierno porteño apelara la medida judicial, anteayer la Cámara Contencioso Administrativa decidió que el domingo próximo se reabra la muestra de Ferrari, un artista muy reconocido internacionalmente, con los argumentos de que ni su conducta fue un delito ni su muestra una violación a la intimidad. "La exposición, a la que nadie se encuentra obligado a asistir, puede disgustar, irritar e incluso contrariar la sensibilidad o las ideas religiosas de quienes profesan la fe católica, pero en modo alguno les impide llevar adelante su plan vital con arreglo a los dictados de ese culto", señalaron los jueces en su dictamen.

Con ese mar de fondo, durante los últimos días corrieron versiones en Rosario de que el propio Ferrari había dicho que la Municipalidad podría traer su muestra. Sin embargo, tanto Farina como Dezorzi aseguraron que sólo hubo conversaciones informales y que organizar una exposición de esa envergadura habría demandado mucho financiamiento. Detalle no menor, si se recuerda que varios de los espónsores en Buenos Aires retiraron su auspicio tras desatarse la polémica.

Ambos, además, rechazaron la idea de que el proyecto no prosperara por censura. "La muestra instaló un debate saludable y positivo en la sociedad, siempre es bienvenido que el arte genere discusiones que parecieran saldadas, pero que realmente no lo están", sostuvo la directora del Parque España.

Después de tanta polémica, ahora es posible que la muestra de Ferrari circule por el exterior, con algunos de sus objetivos cumplidos en el país: nada menos que haber generado un fuerte debate sobre la autonomía del campo del arte y poner sobre el tapete, con un final feliz, que la intolerancia también es hija de esta tierra.

La Justicia ordenó exhibir las polémicas obras.