"La Casona de Don Jaime" se inaugura hoy en Presidente Roca 1051

Abre en Rosario el primer albergue de la cadena Hostelling International

Una vieja casa familiar alojará a turistas del mundo

Desde mañana Rosario tendrá el primer albergue que ofrecerá alojamiento para visitantes tanto en forma individual como grupal, y que pertenece a la cadena Hostelling International. "La Casona de Don Jaime" es una vieja casa familiar ubicada en Presidente Roca 1051 y ahora el nieto de su antiguo dueño es quien puso en marcha el emprendimiento, que quedará inaugurado hoy, a las 22. "La idea surgió después de recorrer Sudamérica y estoy convencido de las potencialidades que tiene la ciudad para este tipo de turismo", explicó ayer a La Capital Gabriel Zysman, dueño del lugar.

A diferencia de otros tipos de alojamientos, Zysman explicó que "los turistas que buscan estos lugares son gente que quiere compartir y conocer a otras personas que están viajando".

Como en el resto de los albergues de este tipo, en Rosario las piezas se compartirán entre unos 6 pasajeros, al igual que los espacios comunes como la cocina, el patio y el bar.

Pero también el factor económico entra en juego, y en ese sentido el dueño de la casona aseguró que "es gente que viaja durante mucho tiempo y que parando en este tipo de lugares gasta un 50 por ciento menos que si tuviera que pagar hoteles".

Así, por 22 pesos la noche los pasajeros tendrán ropa de cama, desayuno, un casillero disponible y acceso a Internet durante media hora; además de acceder a las ofertas de excursiones, como surf en el río, avistaje de pájaros, paseos en kayaks, recorridas por la ciudad, campamentos y paracaidismo.

Hostelling International nació en Alemania en 1909, en 1920 se expandió por toda Europa y desde los años 30 creció al resto del mundo. Ahora la cadena ofrece 4.500 albergues en 60 países de Europa, Africa y Asia; incluso en la Argentina existen alojamientos en la Patagonia, la zona de Cuyo y el noroeste del país.

"Pertenecer a Hostelling International es una forma de darle vuelo al proyecto y también seriedad, porque es una cadena que mantiene niveles de calidad, seguridad e higiene de los albergues que agrupa", explicó Zysman.

Pero el caso de Rosario tiene una historia particular. Es que la propiedad, que tiene capacidad para 32 pasajeros, fue una casa familiar. "Ahí vivió mi abuelo, un inmigrante polaco que logró comprar la casona después de mucho tiempo. Ahora queremos mantener ese espíritu familiar y tenemos muchos de sus recuerdos", cuenta Zysman, mientras señala la vieja bicicleta con la que Jaime trabajó durante sus primeros años en la ciudad.

"Rosario tiene potencialidad para este tipo de turismo", dijeron.