¿Noche de paz?

En estos tiempos de fiesta, por Navidad y Año Nuevo, quisiera destacar que en este último mes hemos retrocedido en el camino hacia la paz. Las muestras de los artistas en Recoleta y en Córdoba, que agravian directamente a la iglesia Católica, no han hecho más que generar división y discordia en nuestra sociedad. ¿No ansiamos todos tener más paz?, ¿por qué ese empeño en ofender a los católicos faltándonos el respeto? Ferrari dijo que él no consideraba sagradas las imágenes a que se referían sus obras, pero los católicos sí creemos que son sagradas. Si alguien hiciese una pintura que agraviase a su madre, ¿no tendría derecho a quejarse? La libertad de expresión no es un derecho absoluto, y termina donde comienza la del otro. Si tiene quejas contra la Iglesia, que hable, pero sin ofender. Y no hablemos de la Iglesia, cuando hablamos de una monja o un cura en particular, como hizo un lector de este diario, que en una carta se quejaba de la Iglesia porque un cura le había enseñado a odiar a los judíos. En ningún documento del Papa dice eso, más bien todo lo contrario, por lo cual ésa no es una enseñanza de la Iglesia. Por último, quisiera decir que tampoco me gustan las reacciones violentas de algunos católicos, ya sean con obras o con palabras, diciendo que Dios condenará a los artistas que han hecho estas muestras. Nosotros no somos quiénes para juzgar las conciencias. Lo que sí podemos juzgar son los actos. En conclusión, busquemos la paz. No tiene ningún sentido estar insultándonos e hiriéndonos porque pensamos diferente. Que este 2005 que se viene sea un año que se caracterice por la paz.

Ezequiel Mercau