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 domingo, 12 de diciembre de 2004  
Entrevista. La vicegobernadora dijo que Binner no cumplió con el rol de líder opositor
Bielsa sigue negando una futura postulación a diputada nacional
Aceptó que su compromiso con la sociedad santafesina se extiende por cuatro años. Aval al kirchnerreutemismo

Javier Felcaro / La Capital

A un año de haber asumido como vicegobernadora, María Eugenia Bielsa aseguró ayer que se trató de una etapa "difícil", sobre todo por los reclamos que comenzaron a sacudir las puertas de la Casa Gris poco después del debut. Sin embargo, destacó la capacidad que tuvo la administración santafesina para encaminar los problemas hacia una solución.

En una entrevista exclusiva con La Capital, Bielsa respaldó el surgimiento del kirchnerreutemismo como herramienta para fortalecer al gobierno nacional. También elogió los pasos dados por el intendente de Rosario, Miguel Lifschitz, aunque, al repasar la agenda provincial le apuntó a otro socialista, Hermes Binner: "El rol de líder de la oposición no existió".

-¿Qué balance traza a un año de asumir?

-Fue un año difícil y problemático. Mi lectura es la de alguien que pasa sus primeros doce meses en la gestión política. Los conflictos salariales con los estatales y los docentes y la situación de los inundados estaban planteados en la agenda, pero no con la premura con la que se desencadenaron.

-¿Algunos de estos reclamos se politizaron, como llegó a sugerir el gobernador Jorge Obeid?

-Intento no darles ese contenido a los reclamos que tienen alguna base de legitimidad. Probablemente algunas veces se monte una oportunidad política. Pero, en concreto, con los damnificados por la inundación había una dilación en encontrar una respuesta integral, hacer una propuesta en la que cada uno supiera, en el marco de una ley, qué les iba a tocar y cómo. Eso se encaminó con nuestra gestión. La cuestión salarial, que hoy es un conflicto a resolver en la Nación, era previsible porque la vigencia de la emergencia económica había postergado la posibilidad de ese pedido durante el gobierno de Carlos Reutemann.

-¿Habrá más cambios en el equipo del gobernador?

-Los cambios en el gabinete son resorte del gobernador. La respuesta le cabe a él.

-Llamaron la atención cuatro modificaciones en el gabinete en menos de doce meses...

-Todos sabemos que una de las dificultades más grandes es conformar un equipo. Es una situación compleja en la que uno prueba y ve qué niveles de consolidación se logran en el trabajo conjunto. Lo más difícil es consolidar un grupo humano cuyos objetivos sean comunes y no para la pequeña porción que nos toca administrar. En ese sentido sí hay que hacer ajustes. Me parece que no es un tema preocupante cuando tiene que ver con objetivos cumplidos y metas a alcanzar. Sí lo es cuando los cambios generan inestabilidad.

-La matriz política alumbró el kirchnerreutemismo. ¿Está sorprendida?

-Es sumamente importante para la acumulación política y estoy segura de que el presidente Néstor Kirchner necesita esa fortaleza. Es un año en el que se plebiscitará su gestión. Además, cuando uno plantea peleas importantes, como el cambio del modelo, necesita aglutinar fuerza política. Merece ser leído en ese contexto.

-¿Cómo se posiciona frente a esta movida? Dicen que quedaron afuera tanto obeidistas como mazzonistas.

-Este es un posicionamiento del peronismo. No sé si Obeid fue invitado y, realmente, no hablé con él al respecto. También en esto tengo una visión libre de cómo se conforman los grupos de poder. Hay niveles de coincidencias que uno puede lograr con algunos sectores y no con otros. Si tiene un objetivo común, que es apoyar al gobierno nacional y sostener un sistema de valores que desde allí se trata de instalar, es legítimo que estos grupos existan.

-¿El proceso de derogación de la ley de lemas fue más largo de lo deseado?

-Teníamos una palabra empeñada y haber podido hacerlo, trabajar ese compromiso, es importante en términos de credibilidad. En un momento me pareció legítimo que el bloque oficialista se tomara el tiempo necesario para discutir sus posiciones y poder llegar al final sin lastimaduras. Después, en las últimas sesiones, se entró en una dilación un poco inexplicable. Pero nadie intentó en el Senado torcer las convicciones individuales y grupales. Creí que era injustificado demorar el tratamiento en un punto donde la sociedad no estaba para eso.

-Ante la futura performance del PJ con el nuevo sistema electoral muchos siguen anotándola en el menú de candidatos para el 2005...

-Es un problema de quien lo quiera ver así. Si algo aprendí este año es que la especulación de los otros no se puede detener. Entonces, que especulen lo que quieran y, cuando llegue el momento de la decisión, se verá cuál es la posición. Yo tomé un compromiso con los ciudadanos por cuatro años. Mi preocupación es ser la mejor vicegobernadora durante ese período.

-El debate por los lemas repercutió en el peronismo a punto tal que la ruptura del bloque de senadores parece inevitable.

-No tengo nada para afirmarlo ni negarlo. Cualquier observación que hiciera sería apresurada. No poseo ningún dato en concreto.

-De darse una fractura, ¿corre riesgo la gobernabilidad?

-Si un gobierno no puede afrontar su gestión por la fractura de un bloque en el Senado, está en problemas.

-¿Cómo evalúa a Binner en su rol de líder opositor y, al mismo tiempo, la gestión de Lifschitz en Rosario?

-Al papel de Binner no lo puedo evaluar porque no hubo situaciones en las que haya confrontado con nosotros. El tema privativo de la agenda fue la ley de lemas, y el Ejecutivo y la oposición, más allá de pequeñas sutilezas, coincidimos. Entonces, ese rol de Binner no existió. El debate lo llevó adelante el gobernador al enviar el mensaje a la Legislatura, los diputados obeidistas, con el apoyo de los reutemistas, para lograr el consenso y la discusión posterior en el Senado, al margen de que no acordó con la posición del Ejecutivo. Sobre Lifschitz, creo que está haciendo un trabajo serio, consistente y comprometido.
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"El intendente Lifschitz está haciendo un trabajo serio, consistente y comprometido".

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