| domingo, 12 de diciembre de 2004 | Editorial Paso adelante en transporte Ayer, en esta misma columna, se hacía mención a las serias deficiencias que se registran en la materia transporte urbano de pasajeros en relación con las exigencias atípicas planteadas por la Feria de las Colectividades. Se aludía entonces a la indudable imprevisión que provoca consecuencias desagradables para todos quienes concurren al popular evento y descubren, al partir, que los colectivos brillan por su ausencia. Sin embargo, en el mismo ámbito temático debe rescatarse el buen ejemplo brindado por el municipio en la administración de la Semtur, empresa de transporte que -gerenciada por el Estado- ha mejorado notablemente sus prestaciones y ahora acaba de incorporar medio centenar de coches nuevos a su flota, diez de los cuales poseen rampas especiales para discapacitados.
En una Argentina que durante largo tiempo asistió y adhirió mayoritariamente a la monolítica prédica en contra de la administración estatal de las empresas, el ejemplo de la Sociedad del Estado Municipal Transporte Urbano de Rosario contradice com éxito ese discurso. Al menos, así lo evidencian los dos balances equilibrados que ha presentado hasta el presente la compañía, donde trabajan trescientos empleados, con una flota integrada por un total de setenta colectivos a los que recientemente se sumaron los veinte trolebuses de la línea K.
Los setecientos mil pesos invertidos en la adquisición de los cero kilómetro -de los cuales ya doce ruedan por las calles de la ciudad- tuvieron como destino la compra de coches modernos y funcionales, mucho más cómodos que las ya deterioradas unidades antiguas. A la dirección controlada electrónicamente que ostentan se le debe agregar el valioso hecho de que no contaminan el ambiente, además de estar aislados térmicamente e insonorizados.
Pero lo más destacable, sin dudas, son los diez vehículos que cuentan con pisos bajos, rampas para el ascenso y descenso de discapacitados y un espacio especial reservado para quienes usen silla de ruedas, con cinturón de seguridad y timbre propio incluidos. Se trata, en este último caso, de una actitud precursora y que debería extenderse a otras empresas por el beneficio de la comunidad toda. En tanto, también resultan valorables las intenciones de rediseñar el antiguo ramal de la línea M.
Ojalá esta saludable tendencia se afiance y consolide, para proyectarse con pujanza hacia el futuro. Es que cuando el clientelismo desaparece, el Estado puede ser eficiente. enviar nota por e-mail | | |